Paula Calvo, experta en antrozoología, con un perro.

Paula Calvo, experta en antrozoología, con un perro. Paula Calvo

Mascotario

Paula Calvo, etóloga y antropóloga: "Te sorprenderá lo que pueden decirse los perros y gatos sin usar palabras"

La bioquímica explica cómo animales de diversas especies pueden comunicarse entre sí, a través de señales no verbales, fomentando el bienestar. 

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¿Sabías que los animales de diferentes especies pueden comunicarse entre sí, aunque hablen lenguajes gestuales y corporales diferentes?

"En muchos hogares con perros y gatos, se ha observado que las mascotas no solo se respetan, sino que se entienden y se comunican", afirma Paula Calvo (Barcelona, 1975), bioquímica, etóloga clínica y antropóloga especializada en interacción humano-animal, en un vídeo de YouTube. 

"Te sorprenderá lo que pueden lograr decirse sin usar palabras". Los animales utilizan principalmente su lenguaje corporal, incluyendo sus posturas, sus facciones, sus gestos.

Y es que, a pesar de ser especies diferentes, pueden entenderse a través de señales no verbales. Es decir, un felino es capaz de interpretar el movimiento de la cola en positivo de un perro como un gesto amistoso si lo ha aprendido previamente.

Posturas

Ambas especies interpretan el lenguaje corporal de forma similar, aunque sus posturas indiquen cosas diferentes.

"Un can que levanta las orejas y mueve la cola podría mostrar curiosidad o entusiasmo, mientras que un gato podría hacer lo mismo con el cuerpo más tenso", explica la especialista.

Los felinos también usan su cola, orejas y cuerpo para mostrar su estado emocional, y los perros rápidamente aprenden a leer estas señales.

En cuanto al espacio personal, los peludos, siendo muy sociales, son los que tienen que respetar al felino, especialmente si este envía señales claras de que necesita su espacio.

Cuando el gato se acerca relajado, el perro sabe que puede acercarse, pero si el primero se muestra tenso o defensivo, aprenderá a dar un paso atrás.

Más allá de lo corporal

Además del lenguaje corporal, los sonidos son otra manera fundamental de comunicación entre diferentes especies, aunque emitan vocalizaciones muy distintas.

Paula Calvo, experta en antrozoología, con su gato.

Paula Calvo, experta en antrozoología, con su gato. Paula Calvo

Perros y gatos aprenden a interpretar los sonidos del otro. "Pueden entenderse a través de los maullidos y los ladridos". Cada especie aprende a distinguir señales sonoras que indican necesidades concretas de la otra.

Un can, por ejemplo, puede reconocer un maullido corto como una llamada de atención y responder con curiosidad o protección. También usan sonidos para advertir.

Los perros pueden ladrar para alertar a los gatos, y estos últimos, con su agudo oído, reaccionarán, ya sea escondiéndose o acercándose al canino.

Convivencia armónica

"Pueden aprender a convivir en armonía. Esto tiene que ver con el respeto mutuo y la socialización temprana", afirma Calvo. La vinculación es clave: los animales que relacionan juntos desde pequeños son educados en mantener los límites del otro.

Un peludo criado con felinos, por ejemplo, aprenderá a no perseguirlo ni invadir su espacio personal. "Puede haber malentendidos iniciales, pero con el tiempo, ambos animales aprenden a convivir pacíficamente".

Es fundamental tener respeto por las diferencias individuales y entender las necesidades de espacio y socialización de cada uno. Los perros, al ser más extrovertidos y juguetones, pueden ser invasivos al principio.

Mientras que los gatos, más independientes y respetuosos con su espacio, también enseñan a los canes cómo contenerse. Con el tiempo, aprenden a reconocer los momentos adecuados para interactuar.

Bienestar emocional

La convivencia de animales de diferentes especies tiene un impacto positivo en su bienestar emocional, incluyendo la reducción del estrés. "Estudios demuestran que los animales que conviven con otra especie tienden a ser más relajados y sociales", asegura Calvo. 

Aprenden a ser más tolerantes y a compartir su espacio eficientemente. Se benefician emocionalmente porque se fomenta la interacción social y mejora su capacidad para leer diferentes señales sociales.