Un veterinario educando a un gato.

Un veterinario educando a un gato. Istock

Mascotario

Un veterinario explica y enseña la forma perfecta para corregir el comportamiento de tu gato: "Gritar no sirve de nada"

Te enseñamos las técnicas para que tu compañero felino entienda que no se ha portado bien y no debe repetir ese comportamiento.

Más información: La bioquímica Paula Calvo (50), rotunda sobre la educación felina: "Si no quieres pelos, cómprate un gato de porcelana"

Publicada
Actualizada

Cuando tu gato hace alguna cosa que pueda ir en contra de tu seguridad o algo que a ti te disgusta, es necesario que en casa se pongan algunas reglas.

Carlos, veterinario, te cuenta cómo regañar a tu gato. Aunque prefiere hablar de "educar, redirigir determinados comportamientos o de hacer que esos comportamientos no se reproduzcan", afirma al principio de un vídeo en YouTube.

La forma de hacerlo es muy distinta a la manera humana: no hay que gritar, levantar la voz, ni ponernos nerviosos. "Eso no sirve de nada. Solo hace que tu compañero felino desconfíe de ti y siga manteniendo esa conducta incluso por estrés".

Antes de aplicar cualquier técnica, es fundamental comprender de dónde viene el comportamiento de tu gato que te molesta. Un felino no araña un sofá por manía, sino para marcar o porque no tiene alternativas adecuadas.

Es crucial tener paciencia y ser consistente, "que un día no le premies por algo, por lo que al día siguiente le vayas a regañar", ya que "tu gato no va a entender esas órdenes", dice Carlos.

Hay que entender las experiencias previas del gato; si ha sido rescatado de la calle o es adulto, puede ser más complicado modificar determinados comportamientos porque ya los tienen muy fijos. En esos casos, el veterinario aconseja adaptarse a la realidad de tu gato.

"No hay una técnica única que podemos utilizar, es algo que tenemos que ir combinando poco a poco e ir eligiendo cuál es la más adecuada para ese tipo de comportamientos". Redirigir, interrumpir o reforzar positivamente son claves.

Aquí te enseñamos la forma felina para que tu compañero entienda que no se ha portado bien y no debe repetir ese comportamiento.

Redirigir

La redirección del comportamiento es una técnica muy útil porque los gatos son animales obsesivos. Muchas veces cuando los gatos maúllan delante de una puerta cerrada lo hacen solo porque necesitan verla abierta.

La técnica de la redirección comportamental consiste en "sacarle del bucle" en que está metido. Se aplica dirigiendo la atención del gato hacia otra acción. En el caso de la puerta cerrada, a veces solo hace falta tirarle un juguete para que deje de pensar en la puerta.

"Esto ayuda al gato a interiorizar poquito a poco que esa puerta está cerrada y que no pasa absolutamente nada". También se puede aplicar cuando el animal pide salir a la calle, redirigiendo su energía hacia acciones que nos gusten más y combinándolo con un enriquecimiento ambiental en casa.

Refuerzo positivo

Consiste en recompensar a nuestro gato por algo que consideremos que está bien hecho o algo que queramos que repita. El veterinario y su pareja han establecido una rutina nocturna con su gato, Alcachofa, para enseñarle a dormir en su cama.

A cierta hora (aproximadamente las 10:30 pm), la cama de Alcachofa se pone a su disposición. Cuando Carlos le llama y el animal sube a su cama, le da caricias (que es lo que el gato pide), reforzando así la conducta deseada.

"Él ya ha entendido que está bien hecho eso de subirse a su camita y ponerse un poco a descansar". Esta rutina ayuda al gato a interiorizar ese tipo de comportamientos y tener su entorno bien controlado.

Ruidos disuasorios

Son sonidos emitidos para interrumpir un comportamiento no deseado. Pueden ser una palmada fuerte, tirar un libro lejos del gato para que haga ruido o decir "no" o "e" de forma más alta de lo normal.

El sonido debe ser emitido a una cierta distancia del gato, para que no lo interprete como un grito o una agresión personal. Debe ser un sonido concreto, no voces o gritos, ya que esto le va a estresar.

Esta técnica puede no funcionar tan bien si el gato no entiende por qué el comportamiento es "malo". "A veces, lo que le estamos pidiendo a nuestro gato es demasiado". El veterinario también combina esto con refuerzo positivo si Alcachofa obedece, dándole una caricia.

Ignorar

"Es una de las herramientas más potentes porque los gatos son expertos en la manipulación de sus humanos". Según Carlos, se aplica solo cuando el animal busca tu atención de manera insistente.

Si el gato maúlla para que le hagas caso mientras ves la televisión. Cuando el gato te despierta por las noches. Si te pide comida constantemente, especialmente si ha cambiado de alimentación a libre disposición a tomas.

"No hacer nada es un poco entre comillas porque te supone muchísima contención, mucho trabajo interior diciendo sé que me estás maullando para esto y no voy a caer". Es una de las técnicas más difíciles porque la consistencia es clave; si cedes después de mucho tiempo ignorando, vas a tener un retroceso muy muy grande.

El veterinario Carlos concluye que lo importante es "detectar" el comportamiento no deseado, "saber por qué lo está haciendo y cómo puedes actuar".