Una turista alucina en su primera vez en Málaga: "Se vive tanto de día como de noche"

Hay una expresión popular que dice: "Primero conoce tu tierra, luego el mundo". España en todo su conjunto tiene lugares únicos, encantos naturales y joyas convertidas en ciudades.

Y Consuelo sabe de eso. Proviene de Murcia y, aunque está relativamente cerca, es su primera vez en la Costa del Sol. Viene la familia al completo, marido e hijos incluidos, para disfrutar de las vacaciones.

Llevan cinco de los seis días que planean quedarse. A estas alturas, Consuelo ya sabe qué es lo que más le gusta de Málaga. "Es una ciudad en la que se vive tanto de día como de noche".

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La provincia andaluza se ha convertido en una de las ciudades que nunca duerme. Por sus calles pasea gente tanto de día como de noche sin importar la hora ni la temperatura.

Durante las horas de luz, la familia ha aprovechado para descubrir algunos puntos emblemáticos: Gibralfaro, la Alcazaba, el puerto, el museo Picasso, la catedral, el Palacio Episcopal. "Todo lo que es el centro, lo hemos visitado", comenta la mujer.

Tampoco han querido perderse otros lugares llenos de encanto que se encuentran más allá del centro. Puerto Banús y Ronda fueron los elegidos. Aunque, sin lugar a dudas, "nos hemos quedado enamorados de Ronda", confiesan.

Es cierto que Málaga está repleta de gente por todos lados, pero es en la noche cuando parece que se ponen de acuerdo para salir. ¿A qué? De día "la gente va un poco más de paseo y cuando hemos salido por la noche a buscar sitios de cena", explican.

No han querido probar ningún hindú, ni italiano, ni nada por el estilo. Los montaditos y las tapas se han convertido en su plato estrella. A un lado han dejado los famosos espetos de sardinas. Y sobre el precio de los platos "respecto a Murcia es más caro", aunque ya lo intuían.

Aunque si nos ponemos a comparar, Málaga se diferencia de otras ciudades porque "hay muchas culturas juntas". Es más, "es multirracial, pero todo el mundo con mucho respeto", según ellos.

Por las calles malagueñas han encontrado a "mucho extranjero", en especial británicos e italianos. Y de todas las edades, jóvenes y adultos, en grupo de amigos o en familia. A mucha gente, en líneas generales.

A pesar de que por la cantidad de personas pueda parecer un lugar un poco agobiante, Málaga mantiene una esencia indescriptible. De hecho, Consuelo y su familia aseguran que volverán algún día para redescubrir el ambiente malagueño.