Así afecta el calor a los medicamentos: este es el botiquín perfecto para los farmacéuticos malagueños

Durante el verano la rutina diaria de los malagueños cambia por completo. Las altas temperaturas, los viajes y la exposición solar prolongada pueden alterar el bienestar y condicionar tratamientos médicos habituales de muchas personas.

Por ello desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga (ICOFMA) recuerdan que las farmacias comunicativas son un punto de apoyo esencial también en verano y dan algunos consejos para no sufrir ningún contratiempo durante las vacaciones.

A lo largo de la época estival, entre junio y septiembre, los farmacéuticos detectan un incremento de la demanda de analgésicos y antiinflamatorios; sueros de rehidratación oral; antihistamínicos y colirios; repelentes y productos para picaduras; productos contra el mareo; fotoprotectores solares; cápsulas con antioxidantes o complementos para la piel.

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En primer lugar, aseguran que si se tiene medicación crónica, se debe retirar el tratamiento completo antes de salir de viaje y llevar la receta y la hoja de medicación activa.

Los medicamentos con el calor y la humedad pueden afectar a la eficacia de los fármacos. Por ello, si se viaja en coche, la medicación nunca debe ir en el maletero, nunca quedarse en el vehículo y, si es necesario, “utilizar neveras portátiles para mantener la cadena de conservación, especialmente en el caso de insulinas o antibióticos en suspensión”.

Si una persona necesita medicamentos durante el viaje y es por España, los expertos sostienen que la interoperabilidad del sistema nacional de salud permite acceder a la medicación prescrita en farmacias de otras comunidades. Eso sí es necesaria la tarjeta sanitaria y especificar la región donde se emitió la receta.

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“Si viajas al extranjero, especialmente dentro de la Unión Europea, la dispensación está más limitada y, en muchos casos, conlleva el pago completo del medicamento. Infórmate previamente”, señalan.

Por otro lado, para proteger a la piel de la exposición solar, hay que aplicar el protector 30 minutos antes de la exposición y renovarlo cada dos horas. En cuanto a las picaduras, recomiendan llevar siempre antihistamínicos si se es alérgico. En destinos de campo o costa, no se debe olvidar el repelente de insectos.

En viajes al extranjero o zonas con cambios alimentarios, tener a mano suero oral, antidiarreicos y probióticos por si hay problemas digestivos. También aconsejan mantener rutinas de sueño y recuerdan que las farmacias pueden ofrecer complementos naturales o soluciones no farmacológicas si hay insomnio estacional.

Además, inciden en la importancia de una buena hidratación porque “beber agua frecuentemente, aunque no se tenga sed y evitar la automedicación con diuréticos o laxantes”.