Francisco Florido en su farmacia.

Francisco Florido en su farmacia. Cedida

Salud

Francisco Florido, 40 años como guardián de la salud de Carratraca desde su Farmacia: "Seguiré mientras aguante"

El malagueño, tras una vida dedicada a su profesión, recibió la Medalla de Honor del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (CACOF) hace unos días.

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El trabajo de un farmacéutico no solo se centra en dar medicamentos. También escuchan, aconsejan y cuidan porque en muchas ocasiones son el primer profesional sanitario al que acuden los pacientes.

En Carratraca, ese rostro cercano y constante ha sido durante las últimas cuatro décadas el de Francisco Florido. Desde hace 40 años, Florido ejerce su vocación entre medicamentos y consejos, combinando ciencia y humanidad, al mismo tiempo que cuida de sus vecinos cada día.

Tal ha sido su dedicación que el malagueño, cuya vocación por la farmacia se forjó casi por casualidad, ha recibido la Medalla de Honor del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (CACOF), que para él ha sido todo un orgullo y un honor recibir "la máxima distinción de este órgano".

Francisco Florido con su Medalla de Honor.

Francisco Florido con su Medalla de Honor. Cedida

Mi padre era practicante, actualmente enfermero, y tenía cierta vinculación con un botiquín que había en Carratraca”, explica Florido a EL ESPAÑOL de Málaga y añade que ver esa dedicación de su padre le motivó a matricularse en farmacia.

Aunque en sus inicios su mirada estaba puesta en la docencia y la investigación, su vida dio un giro inesperado cuando, tras una breve experiencia laboral en una industria, acabó adquiriendo la primera y única farmacia de su pueblo en 1986.

Además de regentar la farmacia estas últimas cuatro décadas, Florido ha sido profesor colaborador de la Universidad de Málaga, ha desarrollado productos cosméticos aprovechando las aguas medicinales del balneario local, y terminó su tesis doctoral a los 60 años.

También ha tenido una intensa actividad dentro del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, al que ha estado vinculado como vocal, secretario y presidente entre 2014 y 2023.

Su trabajo en Carratraca, un pueblo de unos 800 habitantes, tiene un fuerte componente vocacional porque es la única farmacia de su localidad y “a partir de una determinada hora del día soy el único sanitario”.

Por eso, tras toda una vida dedicada a este sector, está seguro de que a un farmacéutico “si no le mueve el servicio a los demás, estás perdido”. Además, hace hincapié en que su labor es de servicio a sus vecinos y amigos porque en Carratraca “no son casi ni clientes, son familias”.

A día de hoy, Florido sigue al frente de su farmacia. “No tengo que jubilarme a los 65 porque soy autónomo, así que seguiré mientras aguante”, asegura. Su hija también es farmacéutica, aunque trabaja en Málaga y “de momento el pueblo no quiere. Cuando llegue su momento, ya veremos lo que ocurre”.

A sus casi 65 años, no siente que le quede nada pendiente. “Creo que también hay otra vida que desarrollar con la familia”, sostiene. Además, añade que está “abierto a cualquier otra cosa que me pueda ir surgiendo en la vida mientras sea compatible con mi inquietud y mi manera de ver las cosas”.

Si pudiera hablar con aquel joven farmacéutico que empezó en Carratraca, le diría que no tuviera prisa: “Que se tranquilice un poco, que todo va llegando y no hay que acelerarse en la vida. Las cosas van surgiendo de una forma pausada, sin nervios y sin querer comerse el mundo”.

Prejuicios con la profesión de farmacia

Asimismo, Florido sostiene que alrededor de la carrera de farmacia existe un prejuicio. Muchas personas piensan que solo hay una única salida profesional: trabajar en una farmacia, pero esto está muy lejos de la realidad.

El farmacéutico tiene una amplísima vida profesional donde escoger desde la industria y no solo la farmacéutica, sino de cualquier tipo como químicas, alimenticias, laboratorio de análisis clínico y distribución”, explica. También está la opción de la investigación y la docencia.

Situación actual del sector

El sector farmacéutico va evolucionando e intentando adaptarse a las necesidades actuales de la población. A juicio de Florido, actualmente, las farmacias están altamente reguladas y en diálogo constante con la Administración.

Entre algunas de las anécdotas que recuerda de estos años, cae en las subastas de medicamentos de hace unos años que “supuso un quebradero de cabeza para todos porque generaba una cantidad de desabastecimiento y de problemas tremendos”.

En cuanto a la pandemia, la define como “una prueba de fuego” para todos los profesionales de la salud. En el caso de los farmacéuticos, debían mantener la farmacia abierta y prestar un servicio.

Había que mantener la guardia, estar de noche cuando no había nadie, sin mascarillas y sin compañeros. El farmacéutico se puso en la primera barrera y estuvo ahí”, incide.

La población ha redescubierto en el farmacéutico un aliado importante para su cuidado de salud. Además de la dispensación de medicamentos, también damos consejos, acompañamos y muchas veces ayudamos sin que haya una venta de por medio”, explica Florido.

Con respecto a la introducción de las nuevas tecnologías, sostiene que la receta electrónica ha sido un “avance importante”, pero cree que “no va a haber grandes cambios en los próximos años”, ni de la mano de la inteligencia artificial, que ya está adentrándose en el sector poco a poco, ni de robots sustituyendo sus funciones.

Tampoco teme por el relevo generacional puesto que el interés sigue presente y la oferta del Grado de Farmacia en aumento, como es el caso de la Universidad Alfonso X el Sabio en Málaga. “Las farmacias seguirán prestando servicio y farmacéuticos siempre va a haber porque es una profesión de servicio y vocación hacia las personas que acuden a tu farmacia”, zanja el sanitario.