El cocinero Dani Carnero, en un primer plano.

El cocinero Dani Carnero, en un primer plano. Amparo García

Gastronomía

Dani Carnero tras cerrar La Cosmopolita: “No queríamos que se apagara la mecha poco a poco, sino apagarla nosotros”

Tras 15 años de historia, el chef malagueño cierra el restaurante con el que empezó su camino como empresario y cocinero. "Ha sido una mesa libre en estado libre", resume sobre el espíritu del local.

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La noticia sorprendió a todos. La Cosmopolita, el primer restaurante de Dani Carnero —el chef malagueño con una estrella Michelin por Kaleja—, cierra sus puertas tras quince años de vida.

No lo hace por crisis ni por desgaste económico, sino por una razón más íntima: el fin de un ciclo marcado por el éxito y la buena comida.

"Creíamos que ya está, que el alma igual no la podríamos mantener. Tuvo su principio y ha llegado su fin", explica Carnero a EL ESPAÑOL de Málaga, para añadir: "No queríamos que se apagara la mecha poco a poco, sino apagarla nosotros mismos".

Lejos de una decisión forzada, el cocinero insiste en que La Cosmopolita "sigue siendo un negocio rentable". Y destaca que en todo este periplo ha funcionado "con todos sus meses positivos".

Dani Carnero, atándose el mandil.

Dani Carnero, atándose el mandil. Amparo García

"Sentimos que el ciclo había terminado. Lo sentimos mucho por los clientes, que son muchos y muy fieles, pero todo tiene un principio y un final", reconoce.

Las reacciones no se han hecho esperar. "El teléfono y el Instagram no paran. Los que me quieren más, me dicen que lo entienden. Los clientes más egoístas, con cariño, me dicen: '¡No me jodas!'", comenta entre risas. "Pero todos han sido mensajes de agradecimiento".

La Cosmopolita abrió cuando el Centro histórico de Málaga todavía no era el hervidero gastronómico que es hoy.

Carnero lo recuerda como un punto de partida, como su primer negocio como empresario y cocinero. "Lo montamos sin pretensiones, era un bar de tapas, que fue creciendo y se volvió más gamberro, culinariamente hablando”.

De aquella mezcla de oficio y espontaneidad surgió una personalidad inconfundible. "Siempre hemos dicho que La Cosmopolita era una mesa libre en estado libre. Nunca hemos impuesto nada. En una misma sala podía haber alguien tomando una tapa, otro un menú de 200 euros y otro bebiendo un whisky. Todo convivía y eso era lo bonito".

"No es un final triste, porque nos quedamos solo con lo bueno, que ha sido muchísimo", reflexionaba en sus redes sociales horas después de conocerse la noticia del cierre.

En ese escrito íntimo, daba las gracias a su mujer, "por vivir la parte menos bonita de un restaurante"; a Borja y a su socia, Margara. "Nos vemos en los bares, porque la vida sigue; la vida es cambio, y el cambio vamos y lo guisamos", concluía.

Imagen del nombre de La Cosmopolita.

Imagen del nombre de La Cosmopolita.

Una Málaga distinta, un mismo cocinero

En este periplo, el chef malagueño ha sido testigo directo de la transformación de la ciudad y de su corazón urbano. "Esta Málaga no es la de hace quince años", admite. "Ha cambiado muchísimo. Pero eso daría para otra entrevista", dice entre risas.

Su trayectoria, sin embargo, ha acompañado esa evolución. A La Cosmopolita siguieron La Cosmo y Kaleja, su restaurante más personal, reconocido con una estrella Michelin.

El local, situado en el corazón de Málaga, no quedará vacío. Carnero confirma que pasará a manos de Javier Frutos, otro empresario de larga tradición hostelera en el Centro y que en el nuevo negocio seguirá el personal de La Cosmopolita. "Eso era importante para nosotros".