Emiliano Shobert, en el trabajo de cocina.
De los 35 metros de Strachan al monumental Palacio de la Aduana: Blossom reabre el 7 de octubre en el Museo de Málaga
Ofrecerá un doble menú degustación: Esencia, valorado en 140 euros y con 10 pases; y Confluencia, de 220 euros y 16 pases.
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Emi Shobert, el reconocido chef galardonado con una primera Estrella Michelin, cuenta ya los días para presentar en sociedad su nuevo y ambicioso proyecto gastronómico.
Blossom, nombre de su restaurante original, se estrena el próximo 7 de octubre en el Palacio de la Aduana, sede del Museo de Málaga. Esa es la fecha marcada en el calendario para el arranque del servicio. Esa primera jornada, solo en horario de cena. Desde el 8, doble turno.
Una simple consulta en la web del negocio permite constatar que los horarios se hacen coincidir con los dos menús degustación que se ofrecen a los comensales. Mientras que los que acudan de tarde sólo podrán optar por Esencia, valorado en 140 euros y con 10 pases; los que lo hagan para cenar, tendrán el menú Confluencia, de 220 euros y 16 pases.
Vista del Museo de Málaga.
El salto cualitativo de Shobert es mayúsculo. Deja atrás el reducido local de la calle Strachan, para disfrutar de un emplazamiento extraordinario, con amplias vistas a la ciudad y a la Alcazaba.
Para desarrollar su proyecto, dispone de un plazo de cinco años. Son los que se alarga la concesión otorgada por la Junta de Andalucía, que desde tiempo atrás trabaja de encontrar una empresa privada dispuesta a explotar comercialmente el restaurante y cafetería de La Aduana.
El Restaurante Blossom estará situado en la cuarta planta del edificio, disponiendo de una terraza que funciona como un mirador único.
El propio Shobert reconocía en su blog la emoción que le genera esta nueva aventura. "Estoy fascinado por la idea de reinterpretar nuestra cocina en un lugar que respira siglos de cultura y arte, un espacio que nos conecta con el pasado para mirar el futuro con respeto y admiración", reflexionaba.
Uno de los platos de Blossom.
Si bien el espacio cambia, el chef se marcaba la obligación de mantener la esencia de los 35 metros cuadrados del local de Strachan. Sin embargo, admitía: "Nos veremos influenciados por un espacio más imponente, con su propia personalidad y protagonismo. Será como estar frente al glaciar Perito Moreno: la grandeza y el recuerdo se fusionan".