Una turista británica, en el mercadillo de Puerto Banús.

Una turista británica, en el mercadillo de Puerto Banús. Tik Tok

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Una turista británica visita Málaga y dice lo que piensa de los mercadillos ambulantes: "Te empujan de todos lados"

Florence relata su visita al rastro de Puerto Banús y alucina con los precios de los productos: "Es todo muy barato".

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Los mercadillos ambulantes de la Costa del Sol atraen durante el año a muchos turistas, que encuentran en estos rastros productos muy diferentes a los que suelen estar acostumbrados. Es el caso de Florence, una joven británica que ha compartido en Tiktok su experiencia en el mercadillo de Puerto Banús, en Marbella.

La joven confiesa que no estaba preparada para el ambiente que se encontró, ya que es uno de los mercadillos más concurridos de Málaga durante los meses de verano. "Es una locura, no estaba mentalmente preparada para esto", dice en el vídeo, grabado entre puestos repletos de turistas y vecinos.

Sin embargo, su relato sobre el mercadillo deja clara su impresión: "Son muy baratos" y "vale totalmente la pena".

El mercadillo abre desde las diez de la mañana, y ella llegó en torno a las once, "justo a la hora más concurrida, te empujan de todos lados", relata. A partir de la una la experiencia se vuelve más llevadera: "Definitivamente se calmó", añade.

Entre lo que más le sorprendió, la variedad de ropa veraniega. Bikinis, vestidos frescos, prendas de playa y bolsos de ratán. "Había tantos vestidos bonitos, piezas que simplemente no encontrarías en el Reino Unido", explica. También menciona la bisutería y los puestos de imitaciones, los más concurridos, según su observación.

@florencegrace_ Ur sign to go to the market in puerto banus marbella 🪭🐚🧿 #market #spain #holiday #travel #marbella #puertobanus ♬ original sound - Florence Grace☁️

Algo que le llama la atención de este mercadillo es que no hay probadores y los clientes deben conformarse con mirarse en los espejos de los puestos. "Mientras todos los demás esperan detrás de ti en la fila, como diciendo, 'yo también quiero verme en el espejo'", relata entre risas.

La británica no se fue con las manos vacías. Una falda blanca por 30 euros se convirtió en una de sus compras estrella. También unas chanclas y un perfume por el mismo precio. "Huele increíble y es súper barato", asegura en el vídeo.

El recorrido fue tan intenso que a mitad de la visita tuvo que parar a hidratarse con una Coca-Cola y un agua antes de lanzarse a lo que define como "la segunda ronda". La jornada terminó con un café en una terraza cercana.