Parece el Caribe, pero es Jaén: la inmensa piscina con aires de playa que se ha convertido "en la mayor atracción de la zona"

En pleno corazón de Jaén se encuentra un complejo acuático que se ha convertido en uno de los lugares más buscados. Este inmenso espacio, con dos hectáreas de extensión, cuenta con una enorme piscina en la que cientos de personas hacen cola para disfrutar de un día de baño.

Es la piscina municipal deTorreblascopedro, rodeada por un mar interminable de olivos y con un aire a playa. Este espacio parece sacado de una postal caribeña, pero es 100 % jiennense.

Inaugurado hace apenas tres años, este oasis veraniego se ha convertido en la mayor atracción de la zona, un auténtico paraíso para quienes buscan escapar del calor sin salir de la provincia.

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El recinto cuenta con una piscina espectacular, chiringuito, vestuarios, duchas y zonas verdes. Su diseño moderno, que simula una entrada de playa, junto a la amplitud del espacio y la limpieza del entorno, hacen que muchos lo consideren una piscina de "cinco estrellas".

Perfecto para familias, grupos de amigos y personas de todas las edades, el ambiente que se respira es relajado, divertido y acogedor.

Desde su apertura, la piscina ha sido un auténtico éxito de asistencia. Los fines de semana, llegan a reunirse hasta 450 personas, y no es raro ver colas de más de dos horas para poder entrar.

Piscina de Torreblascopedro.

Este fenómeno ha batido récords en la comarca y ha convertido a Torreblascopedro en uno de los destinos de interior más buscados en verano, atrayendo visitantes de provincias vecinas como Granada, Córdoba y Ciudad Real.

Cine al aire libre

El complejo no solo ofrece agua y sol: durante los meses de verano, se organizan ciclos de cine al aire libre, conciertos, actividades nocturnas y eventos temáticos.

Este proyecto ha supuesto un verdadero revulsivo para Torreblascopedro. Ha generado empleo, ha dado vida al comercio local y ha puesto al pueblo en el mapa turístico de la provincia.

En mitad de los olivos y lejos del mar, Torreblascopedro presume hoy de tener su propia "playa". Y no es una exageración: quienes la visitan repiten.