La fichó pulsando el botón, probablemente en el último segundo de su audición a ciegas, pero desde entonces su amor por su voz y su forma de entender la música crece cada día que pasa. Pablo Alborán descubrió a Marina Jiménez, joven promesa de la música en Málaga cuando esta se presentó a La Voz, talent show donde Alborán formaba parte de los coaches. Este martes, en su segunda noche en el Teatro Cervantes de Málaga no se olvidó de ella y la invitó al escenario, para que los malagueños pudieran disfrutar de su voz.

Alborán aprovechó el pequeño descanso que hacen tras el bis para colocar un segundo pie de micro. Al encenderse las luces, el artista jugó con el público. "¿Qué es eso de ahí? Parece una sorpresa...", dijo, mientras el público enloquecía.

"A ella se lo prometí, pero me prometí a mí mismo que iba a hacer todo lo posible porque la gente la escuchara y sobre todo porque ella siguiera disfrutando de la música dentro y fuera de la televisión. Ella siempre estará encima de todos los escenarios que yo pueda brindarle", explicaba al público del Cervantes Alborán antes de que Marina Jiménez, que quedó semifinalista, entrara al escenario.

El artista aseguró que Marina se encontraba muy nerviosa en los momentos previos al dueto, así que decidió, en un gesto caballeroso, ir a buscarla para salir al escenario juntos. Marina, que es carnavalera, ya está acostumbrada a interpretar coplas en febrero en el templo teatral de Málaga. Pero, sin embargo, no todos los días se canta un tema como Dónde está el amor con el artista que la creó, uno de los más importantes del panorama musical.

Con pantalón negro, top blanco y chaqueta verde esperanza, la malagueña, amante del flamenco confesa, dio un festival de quejíos y giros que ya son marca de la casa. Fue de menos a más y el público respondió con una gran ovación. Jiménez le agradeció el gesto a Pablo y aplaudió a todo su equipo, desde los músicos hasta todos los que se encuentran entre bambalinas.

El dueto puso prácticamente el broche final a una noche mágica en el Teatro Cervantes. Este miércoles tendrá lugar la última parada del artista en el mismo recinto, todo un sueño para él, puesto que fue en el Cervantes donde el artista vivió su primer concierto como espectador. Su próxima actuación será el 5 de julio, en el Festival de Pedralbes de Barcelona.