La calle San Ginés del municipio malagueño de Torremolinos era un reguero de lágrimas, consternación e incredulidad este miércoles. Los camareros del bar América de La Carihuela repartían platos a los turistas que esperaban deseosos su comida a la hora del almuerzo sin tener ni idea de lo que acababa de ocurrir a apenas unos metros de su mesa. Los camareros del América no tenían hambre. Tampoco ganas de hablar. Habían perdido a una de sus compañeras asesinada a manos de su pareja sentimental a tan solo unos metros del lugar donde estaba trabajando. Sus ojos vidriosos lo decían todo. 

Paula, de 28 años, que era camarera de La Tómbola, otro restaurante de la empresa a la que pertenece el América, era asesinada a puñaladas a manos de su pareja en la mañana de este miércoles. Paula vivía en el número 38 de la calle, en un apartamento que pertenece al mismo edificio en el que se encuentra el bar América.

Sobre las once y media, los trabajadores escucharon gritos de auxilio que procedían del interior de la vivienda. No era la primera vez que oían peleas en el interior de su casa. El propietario del bar América, junto a otro compañero, le preguntó a Paula a gritos si estaba bien, pero ya no obtuvo respuesta por parte de la joven. El único que respondió fue su pareja, Marco, de 45 años, que les aseguró que no pasaba nada y que "todo estaba bien". El silencio de Paula y la forma de hablar del hombre, que evitaba, a su vez, que estos accedieran a la casa, les causó desconfianza, por lo que decidieron ir corriendo a por una copia de las llaves de la casa de la que disponían y un teléfono móvil para llamar a la Policía Nacional.

Fue en ese momento de preocupación de los compañeros de Paula cuando Marco, de nacionalidad italiana, huyó de la vivienda. Los testigos aseguran que se marchó tranquilo, "como si no hubiera pasado nada". El hombre fue detenido por la Policía Nacional en la tarde del mismo miércoles.

Problemas con las drogas

Marco y Paula llevaban muy poco tiempo viviendo en el citado apartamento. Los que los conocían aseguran a este periódico que llevaban aproximadamente en la vivienda "un mes o dos". Ambos tenían un hijo en común y se dedicaban a la hostelería. Marco había trabajado como pizzero en el propio bar América, pero según han confirmado a este periódico desde el establecimiento, el pasado sábado fue despedido por su mala conducta, llegando a ausentarse a su puesto de trabajo en más de una ocasión. Así, su entorno laboral asegura que tenía "serios problemas con las drogas".

"Creo que podía haberla defendido aún más, era una monería de niña", lamenta entre lágrimas una compañera de Paula que no era más que el hombro en el que la joven se apoyaba en sus peores momentos. Según relata, la chica asesinada había sufrido episodios violentos anteriores por parte de Marco. "Recuerdo un día que me dijo que le había dado cuatro puñetazos en la espalda y una patada, pero lo justificaba porque era el padre de su hijo", cuenta indignada.

Su círculo asegura que Paula se desvivía por sus hijos. Pese a su juventud, tenía tres. Uno con Marco y otros dos, frutos de una relación anterior. Actualmente, el único punto de unión con su pareja era el menor. "Nos decía que era el padre de su hijo, que no quería denunciarle, que le daba mucha pena, que era bueno. Tratamos de animarle a que denunciara, pero no quería", insiste otro compañero.

El mayor miedo de Paula era perder a sus niños para siempre por ir a poner la denuncia. "Era muy inocente, una cría, solo tenía 28 años, le quedaba mucha vida por delante", relatan los que la conocían. Reconocen que la relación estaba rota desde hace un tiempo, pero aseguran que ella "hacía el paripé con él por su niño". "Ayer disfrutó de un día muy tranquila y feliz, pero llegó por la noche liándola para molestarla", cuentan las mismas fuentes. 

En la mañana de este miércoles, mientras que se preparaba para irse a trabajar, Marco la sorprendía con un cuchillo por la espalda. "Hasta catorce puñaladas le ha dado. Sabía lo que hacía. No hay derecho de que alguien mate a una persona de esta forma", cuenta el marido de una de las compañeras de Paula, quien ha entrado con los agentes a la vivienda. "En cuanto ha subido por la escalera el policía y ha bajado descompuesto yo ya sabía lo que había pasado. No me tenía que decir más. Es muy difícil todo. A mi mujer la han llamado por si era yo quien la había asesinado, es muy fuerte. Tenemos otro compañero pizzero al que no paran de llamar amigos preocupados. Llevamos un día de rumores terrible y se sufre muchísimo", zanja.

Antecedentes y luto

Ambos contaban con antecedentes el sistema Viogén. El presunto asesino está identificado en esta herramienta para el seguimiento integral de casos de violencia de género por dos denuncias de relaciones anteriores, no de Paula. A raíz de una de ellas, de hecho, incluso se le impusieron medidas cautelares. Paula también está registrada como víctima a causa de una relación anterior, según la Delegación del Gobierno. 

El Ayuntamiento de Torremolinos ha emitido un decreto para declarar luto oficial local hasta las 13.30 horas del próximo jueves, "periodo en el que las banderas exteriores de todos los edificios municipales, ondearán a media asta". Igualmente, han convocado un minuto de silencio en la puerta del Consistorio este jueves a las 12.00 horas.