¿Recuerdan que hace 5 años tuvimos una pandemia, una tal covid-19?
Nos confinó en nuestras casas y dejó en "coma 3" y respiración asistida al turismo.
Haber causado la muerte de casi 15 millones de personas en todo el mundo según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y paralizado "a la industria de la felicidad y sin chimeneas", que a nivel global mueve casi el 10 % del PIB Mundial...
Vamos a analizar los 3 ejes del Turismo SOStenible en el último lustro "post-pandemia":
1) El eje medioambiental: Es el que trata de conservar la naturaleza y la biodiversidad, y hemos pasado de ver imágenes increíbles de todo tipo de animales caminando por distintas carreteras y ciudades del mundo, paisajes y monumentos impolutos, sin avalanchas de turistas haciéndose "selfies" en el año 2020, a la actualidad, que ya hemos superado los índices máximos a la pre-pandemia.
"El turismo internacional aumentó un 5% en el primer semestre de 2025 a pesar de los retos mundiales" (cito textualmente a la ONU Turismo).
2) El eje social: Que es para respetar y potenciar la cultura y las comunidades locales, ha tenido, por una parte:
Impactos positivos: Gran intercambio cultural, ya que el turismo facilita el contacto directo entre personas de diferentes orígenes, promoviendo el conocimiento de nuevas culturas, tradiciones y estilos de vida.
Desarrollo socioeconómico: Genera empleo y oportunidades económicas, siendo un importante motor de desarrollo para las localidades y regiones que reciben turistas, que cada vez más, buscan nuevas experiencias, más auténticas y únicas, lo que a su vez impulsa la oferta de actividades que enriquecen la vida tanto del viajero como de los locales.
Por otra parte:
Impactos negativos y desafíos: Presión sobre el medio ambiente, ya que un gran flujo turístico puede generar problemas ambientales, como la contaminación o el agotamiento de recursos naturales, por lo que es crucial una gestión sostenible y un gran desafío que "todos" debemos solucionar.
Riesgo de masificación ( o sobreturismo): La concentración de turistas en ciertos destinos puede diluir la experiencia local y provocar la saturación de infraestructuras, haciendo que se pierda la autenticidad del lugar y en muchos casos encarece toda la cadena de valor que genera riqueza para el destino, como aumento en los alquileres, precios elevados en la restauración, sobre costes en transporte, etc, generando un desequilibrio que si no se logra, seguirá generando una lucha innecesaria entre turistas y residentes, ya que ambos, tienen que beneficiarse de los turistas que "se acogen temporalmente" (gracias Arturo por esta gran definición).
Pérdida de la cultura local: Es un desafío mantener la identidad cultural local frente al impacto del turismo masivo. El turismo sostenible busca equilibrar estos intereses para que ambas partes se beneficien. Si las ciudades se convierten en parques temáticos con grandes cadenas internacionales que hacen que las ciudades se parezcan demasiado, en detrimento del distintivo local, como uno buenos "espetos de boquerones en la playa" , "una carbonara mirando de cerca el Coliseo", o un "bife de chorizo contemplando el obelisco" , uno no sabe si está en Málaga, en Roma o en Buenos Aires.
3) El eje económico:
Para garantizar que la actividad sea rentable... a largo plazo y distribuya beneficios equitativamente para toda la cadena de valor, se debe "apoyar a negocios con identidad local" y fomentar el consumo en restaurantes, tiendas y servicios gestionados por la comunidad, sin descuidar ni potenciar a las cadenas internacionales ya existentes.
Incentivar el turismo de interior: Diseñar actividades turísticas (tours, alojamientos, artesanías) gestionadas y operadas por la propia comunidad local, que además preservan la cultura de los pueblos, y que con todas las aplicaciones de hoy en día, pueden recibir con los brazos abiertos, los "turistas abarrotados" en los destinos maduros, y que fluya el dinero para beneficio de todos.
Eco-lodges y alojamientos sostenibles: Hoteles que implementan prácticas de ahorro de energía y agua, gestionan sus residuos de forma sostenible y utilizan productos locales. Incluyendo sus propias huertas, la elaboración de quesos y aceites o las catas en Hoteles/Bodegas que han encontrado en el etnoturismo una nueva forma de generar beneficio económico.
Todo esto potencia la economía circular de las empresas que reciclan, reutilizan materiales y se abastecen de productores y agricultores locales para reducir la huella ecológica y a su vez generan un ganar-ganar (win win) cuidando el planeta.
Y finalmente ...
Creación de empleo local cualificado: Implementando programas de formación para capacitar a la población local en roles turísticos que permitan un crecimiento profesional y económico sostenido en base a la demanda de empleo de los empresarios del lugar.
¡Vamos allá!
En vez de echarle siempre la culpa al otro, ya sea político, empresario, emprendedor, o pyme, ¿por qué no empezamos individualmente a comprar km0, a ir a un hotel boutique eco-responsable, a reciclar en vez de comprar compulsivamente, a escuchar más que opinar, a entender más que juzgar, y a tratar al otro, a nuestro lugar, a nuestra pyme, empresa o institución, con el mismo respeto que lo hacemos con nuestra familia?
El cambio está en cada uno de nosotros, para planificar el próximo viaje lo más consciente posible y con el menor impacto ecológico, haciendo circular el dinero entre nosotros para que la rueda gire repartiendo riqueza, sonriendo al vecino, al turista, porque lo que no tenemos que olvidar que el 14% del PIB español lo genera el turismo, al que tenemos que contribuir todos a mejorar, pero sabiendo que lo primero que tenemos que ser es SOStenibles económicamente.
Me despido con la célebre frase de Antonio Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Y agrego, si cuidamos de nosotros, a los otros, y a la tierra, mejor para todos.