Siempre que se trata sobre ciudad y sus posibilidades de desarrollo es inevitable sopesar el modelo lineal. Lineal es un concepto fácil de aplicar a la geografía urbana, pero en nuestro caso es además oportuno pues, a medida que avanza este siglo XXI, en Málaga, costa y ciudad empiezan a ser una sola cosa.
Arturo Soria es recordado en España como nombre de Avenida, mientras en Europa fue reconocido como urbanista y sus ideas aplicadas en muy diversas latitudes y urbes.
En el siglo XIX proyectó un modelo urbano que se adelantó a todo el siglo XX. Su Ciudad Lineal está inspirada en los principios de dignidad humana (Fourier), en la relación ciudad-campo (Howard) y en el desarrollo urbano ordenado en manzanas (Ildefonso Cerdá).
La propuesta de Soria tiene como unidad la vivienda unifamiliar. Las ubica dentro de una trama urbana lineal tal que todas quedan próximas al campo.
Pero su gran valor, es su viaje en el tiempo, su innovación: Es el primer modelo urbano diseñado a partir del transporte público.
La ciudad lineal tiene como columna vertebral una calle en bulevar que incorpora a lo largo de su trazado el ferrocarril urbano ligero: el tranvía.
En la ciudad lineal el bulevar encarna el espacio público. Tiene 40 metros de ancho con un paseo peatonal central arbolado al que se ciñen en sus dos lados las vías del tranvía. A izquierda y derecha del gran bulevar se disponen dos franjas de manzanas para viviendas.
Estas franjas laterales tienen una profundidad de 200 metros. De esta manera toda residencia tiene a una distancia de cien metros de un lado, la vida urbana (el bulevar) y, del otro, un paseo por el campo.
Su idea inicial es un anillo que rodeará a distancia la concentración de Madrid. Bulevar y ferrocarril dibujan un círculo atando entre sí varios núcleos satélites de la capital.
Esta propuesta ideal choca con la realidad del extrarradio madrileño, su topografía y la estructura de la propiedad del suelo. El trazado lineal que ve la luz y sobrevive aún hoy queda comprendido entre los núcleos de Fuencarral y Canillas.
Por inercia lo urbano tiende a la concentración. El modelo de Soria fue trazado en el extrarradio a escasos 4 kilómetros del centro de Madrid.
Esta escasa distancia unida al crecimiento del núcleo principal le hicieron perder en menos de 20 años el valor de su fórmula: el deseado equilibrio ciudad/campo en todos los puntos de su trazado: su equipotencialidad.
En Málaga, entre Algeciras y Nerja, tenemos una conurbanización. Esto es una continuidad de urbes que se solapan entre sí en uso y funcionamiento, de tal manera que ninguna es del todo autónoma de las demás.
Crecen de manera independiente hasta que forman una masa continua de edificaciones pero discontinua en su trama.
La naturaleza dual de la ciudad lineal de Soria tiene un paralelismo con nuestra ciudad-costa. La manera en cómo se han ido ordenando las casas a lo largo de la autovía buscando siempre cercanía con el mar es una realidad paralela a aquellas casas que Soria proyectaba situadas a lo largo de una calle en bulevar y a la par siempre cerca del campo.
Es sin duda esta relación equipotencial con el mar la que estira la con-urbanización y va absorbiendo poblaciones a lo largo de la costa.
¿Cómo sería la ciudad-costa de Málaga, si sobre el trazado de la A7 cabalgase el tranvía del XXI? Hay ideas descritas y modelos aplicados en ciudades y libros. ¿A qué esperamos para montar un ferrocarril elevado a lo largo de la súper-avenida de la costa Málaga-Cádiz?