El Observatorio del Emprendimiento de España ha celebrado su 25 aniversario con la presentación del Informe GEM España 2024-25. La red científica formada por más de 200 investigadores en emprendimiento de las universidades españolas ha publicado cada año de manera ininterrumpida el estudio que permite conocer cuantitativa y cualitativamente la actividad y dinámica emprendedora de la economía española.
El documento contiene información diversa y exhaustiva para comprender la naturaleza económica de la creación de empresas en nuestro país. De manera específica, incluye un análisis del comportamiento emprendedor de la población extranjera residente en España.
Esta población alcanza el 18% de la población de nuestro país. Es un porcentaje que está creciendo de manera continuada. La población de la provincia de Málaga creció en 14.000 personas durante el año 2024.
El 97% de esta población es extranjera. Por tanto, conocer su comportamiento emprendedor es relevante para comprender cómo afectará este fenómeno demográfico a la creación de nuevas empresas en el futuro.
Según el Informe GEM España 2024-25, el porcentaje de la población extranjera que manifiesta su intención de emprender en los próximos tres años (28,1%) triplica el dato registrado para la población nacional (9,8%).
Esta cifra aporta información relevante para estimar cómo será el emprendimiento futuro y quién estará emprendiendo próximamente en nuestra economía. También disponemos de información sobre el emprendimiento actual.
La tasa de actividad emprendedora, o porcentaje de la población que está implicada en la puesta en marcha de una nueva iniciativa de menos de tres años y medio, alcanza un valor para la población extranjera que duplica al observado en la población nacional. Uno de cada siete extranjeros está creando una empresa y solo lo hace uno de cada quince españoles de origen.
La diferencia en el nivel de actividad emprendedora se mantiene si tenemos en cuenta el género. Así, las mujeres extranjeras emprenden más que las de nacionalidad española (12,5% frente al 6,1%) e igual se observa en la población masculina (16,3% frente al 7,0%).
Lo mismo sucede si analizamos el comportamiento de las dos poblaciones atendiendo a la variable nivel de estudios. El 17% de los residentes extranjeros con titulación universitaria está implicado en la creación de una nueva empresa. Este porcentaje se limita al 8% de los titulados universitarios de nacionalidad española.
La población con estudios secundarios se comporta igualmente de manera diferente. La tasa de actividad emprendedora de la población extranjera con estudios secundarios (15%) casi triplica a la registrada en la población española con el mismo nivel académico (6%).
La diferencia en los datos referidos a las poblaciones de residentes extranjeros y nacionales se ha ampliado en los últimos años. La intención de emprender en el caso de la población extranjera ha crecido 11 puntos desde 2021. El crecimiento en el caso de la población española se limita a 1,3 puntos. Igualmente, la tasa de actividad emprendedora ha crecido 3 puntos durante los últimos tres años en el caso de la población extranjera y solo la mitad en el caso de la población española.
Los datos publicados también señalan que la población extranjera participa más en empresas consolidadas. El 7,7% de los residentes extranjeros de nuestro país está participando como propietario y gestor en una actividad empresarial de más de tres años y medio. Este porcentaje representa el 6,6% de la población española. Además, en el primer caso es un dato mayor que el registrado en 2021 (6,5%) y en el segundo caso es menor (7,3%).
En definitiva, la población extranjera tiene mayor intención de emprender, emprende más y participa más en proyectos empresariales consolidados. Esto que hemos conocido a través del último Informe GEM España valida lo que hemos venido conociendo sistemáticamente a través de los informes anteriores.
Además, la actividad investigadora que desarrolla internacionalmente el proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM) nos permite conocer que no es un fenómeno que se observe solo en España.
¿Por qué ocurre? ¿Por qué la población extranjera de una economía es más emprendedora? Esta ha sido una pregunta de investigación recurrente. Existe el interés por conocer cuáles son las causas de que esta realidad se observe en las distintas economías.
Hay estudios que vinculan la mayor actividad emprendedora con los denominados “push factors” o factores que empujan a emprender y que pertenecen a elementos propios de la circunstancia de residir en otro país.
El emprendimiento que resulta es un emprendimiento por necesidad. Este emprendimiento se debe fundamentalmente a las dificultades de acceso al mercado laboral y relacionadas con el reconocimiento de las titulaciones, la existencia de prejuicios, el carácter cerrado de algunas redes profesionales o la propia calidad de las oportunidades laborales que encuentran.
Pero la mayor actividad emprendedora de la población extranjera no se explica únicamente por la necesidad. Existen investigaciones que identifican rasgos de la persona emprendedora que son reconocibles en las personas que migran. La población migrante muestra desde su decisión de cambiar de país una evidente tolerancia al riesgo y la capacidad para asumir condiciones de incertidumbre.
La decisión de migrar significa arriesgar recursos propios en base a unas hipótesis de ocurrencia incierta. Además, en el caso de la población migrante, el capital social que se encuentra en el país de destino (familias o redes de la misma nacionalidad) se convierte en un elemento facilitador del acceso a recursos iniciales (proveedores iniciales, clientes iniciales o financiación inicial formal o informal) que mejora la percepción de viabilidad del proyecto y la confianza en poder tener éxito.
Por último, podemos hallar investigaciones que nos permiten afirmar una mayor competencia para la innovación. La mayoría de las soluciones innovadoras surgen de la combinación y adaptación de soluciones ya existentes en otras industrias o en otros mercados.
Las personas que han vivido sistemas culturales distintos desarrollan la capacidad para identificar oportunidades no visibles para la población de un lugar. Son las personas que están posibilitando la interculturalidad, la fusión, la internacionalidad de espacios locales. Es la ventaja de ser bicultural, condición que disfrutan quienes han vivido y desenvuelto en dos culturas distintas. La identidad bicultural capacita para emprender, identificar oportunidades de negocio, pero también es un atributo que desean las organizaciones más innovadoras.
La trayectoria del Observatorio del Emprendimiento de España nos permite conocer que la tasa de actividad emprendedora de la población de España en 2007 era del 7,6%, cuatro décimas más que el último dato correspondiente a 2024, y la cifra más alta desde ese año.
Ha sido la etapa de mayor inversión en infraestructuras y programas para el emprendimiento. Y ha sido una etapa de crecimiento de la población extranjera sumando un comportamiento más activo. Es actual y oportuna la pregunta: ¿cómo se puede romper la barrera histórica del 7,6%? La educación para tolerar la incertidumbre y el riesgo y la multiculturalidad pueden indicar dos direcciones aprendidas de la población migrante.
Es adecuado repetir un dato: uno de cada siete extranjeros está creando una empresa y solo lo hace uno de cada quince españoles de origen. La inmigración arriesga el doble.
El Informe GEM España 2024-25 está disponible en https://observatoriodelemprendimiento.es/gem-spain/