La luz tenue del atardecer se colaba por las persianas del salón. El Domingo de Resurrección llegaba a su fin y el aroma a cera derretida aún se escondía entre los pliegues de la túnica que Francisco acababa de colgar. Se sentó frente a su padre, Paco, que revisaba unas fotos de nuestra Semana Santa.
-Papá… ¿Cómo crees tú que ha sido esta Semana Santa en Málaga?
Paco levantó la vista con media sonrisa, como quien espera esa pregunta desde hace días.
-Ha sido intensa, hijo. Emocionante por momentos, difícil por otros. Málaga ha brillado, pero también ha sufrido. Como una buena marcha musical: hay compases gloriosos… y otros que necesitan afinarse.
-¿Y qué destacarías tú?
-Mira, empezando por lo mejor… El nivel artístico ha sido altísimo. Este año hemos tenido verdaderos lujos: uno de los estrenos más celebrados fue el nuevo guion de la Cofradía de Pasión, diseñado por Fernando Gómez Prini, de líneas clásicas pero muy bien proporcionado, con bordados sobrios y elegantes que han gustado mucho en el mundo cofrade.
-¿Y en lo musical?
-Nos quedamos con algunas incógnitas. La Banda de la Trinidad Sinfónica iba a acompañar por primera vez a la Virgen de la Estrella, pero la lluvia frustró esa cita que muchos esperábamos con ilusión. Ojalá en 2026 se pueda cumplir, porque puede ser una conjunción espléndida, pero se estrenaron algunas marchas de buen nivel. Fue muy bien acogida, A mi Virgen del Rocío, de Sergio Llamas, una composición elegante, de corte clásico, pero con un lirismo moderno que ha emocionado en sus primeras interpretaciones. Encaja perfectamente con la personalidad de la Virgen del Rocío y su trono, y ojalá se consolide en su repertorio habitual.
-¿Y los portadores? ¿Cómo han estado?
-A la altura. A pesar del agua, han mantenido el tipo. Hay que tener temple para llevar un trono bajo la lluvia sin perder el ritmo ni la dignidad. Pero aún tenemos que avanzar. Yo propondría estudiar nuevos materiales que aligeren peso, sin perder belleza.
-El recorrido oficial ha sido un tema de conversación entre todos mis amigos.
-Este recorrido tiene ventajas: más espacio, más visibilidad, más medios. Pero también, a veces, es frío, largo, laberíntico, y posiblemente demasiado condicionado por las sillas. Y este año los controles digitales con los QR han sido un quebradero de cabeza: lectores que a veces no funcionaban, gente en las colas, mayores sin saber qué hacer… Yo abogaría por un sistema mixto para 2026: QR, sí, pero también pulseras físicas o tarjetas. Y más personal ayudando, no solo máquinas.
-¿Y lo del público?
-A veces me pareció desordenado. Las calles laterales estaban colapsadas. Había puntos en los que ni podías cruzar. Y eso en una ciudad como Málaga, con tantos turistas y mayores, es un enorme obstáculo. En 2026 habría que usar sensores para medir flujos, voluntarios en cruces clave y, sobre todo, abrir más zonas libres.
-¿Y el tema de la lluvia?
-Ah, la eterna amenaza. Algunas cofradías demostraron tenerlo todo muy bien preparado: coberturas rápidas, cambios de itinerario, decisión firme. Otras, en cambio, dudaron demasiado. Yo propondría que para el año que viene, todas las cofradías presenten un protocolo oficial ante la Agrupación: qué hacer si llueve, dónde refugiarse, a qué hora decidir. Y que se simule, como hacen en otros eventos grandes.
-Y la Agrupación de Cofradías, ¿cómo ha estado?
-Ha trabajado, pero requiere más diálogo. El caso del Lunes Santo lo dejó claro: Pasión abrió la jornada tras una reordenación polémica. Y no todos lo aceptaron bien. Por fin Mena, la Esperanza y el Sepulcro han vuelto a Carretería, con paso por la Tribuna de los Pobres… espectacular y momento máximo de unión entre los ciudadanos de Málaga y su Semana Santa. Para 2026 sería bueno conseguir imbricar más a todas las partes en el diseño de nuestra Semana Santa.
-¿Y qué más propondrías tú?
Paco se quedó pensativo. Miró una foto enmarcada de su Virgen y habló con firmeza.
-Mira, hijo, si yo tuviera que hacer una lista para 2026, diría:
Propuestas para 2026:
- Más sensibilidad artística, apoyando a creadores como Fernando Prini, Curro Claros, Berzosa, Téllez o Miñarro, y fomentando restauraciones con criterio patrimonial.
- Un plan musical riguroso, con marchas adecuadas.
- Tronos más ligeros y funcionales, sin perder su personalidad.
- Recorrido oficial más accesible, con zonas gratuitas, sombra, mejor señalética y controles mixtos: digitales y físicos. Control real de aforos con tecnología útil y humana, reforzando zonas de evacuación.
- Protocolos de lluvia consensuados y ensayados con Protección Civil.
- Coordinación cofrade constante, con la toma de decisiones junto a la Agrupación de Cofradías.
- Atención especial a mayores y personas con discapacidad, con zonas preferentes, acompañamiento y personal de ayuda.
- Más voluntariado formado en nuestra forma de desarrollar la Semana Santa, en cada punto crítico del recorrido, para ayudar e informar.
Francisco sonrió. "Deberías escribirle al presidente de la Agrupación de Cofradías con todo eso". "No hace falta, hijo. Con que tú lo escuches y lo vivas, ya vale. Porque , la cambia el pueblo, cuando la vive con fe, con respeto… y con cabeza. Entonces… ¿empezamos a trabajar para 2026?. Desde ya. Que el incienso nunca se apague", contestó.