El valor emocional de la propiedad, la preservación de su riqueza socioemocional o el altruismo, son aspectos claramente distintivos de la empresa familiar. Más allá de los números y las ganancias, la empresa familiar valora especialmente la tradición, la reputación y el bienestar de quienes las rodean. Así, estas empresas no solo buscan beneficios económicos, sino que también persiguen objetivos que tienen mucho que ver con la familia, el legado y el orgullo de pertenencia.
Un aspecto particularmente relevante es que las empresas familiares se esfuerzan por ser vistos como “buenos ciudadanos”, teniendo incentivos para invertir en responsabilidad social corporativa (RSC). La empresa familiar suele perseguir objetivos centrados en la familia y gestionar los problemas sociales de forma diferente.
Algunos estudios proporcionan argumentos que confirman un mejor comportamiento relacionado con la RSC de la empresa familiar. En este tipo de empresas, generalmente existe un mayor incentivo que en otras organizaciones para asegurar la satisfacción de todos los stakeholders. Esto puede deberse a la preocupación de la familia por su reputación, imagen, e incluso puede ser visto como un medio para proteger sus activos. En este sentido, el Grupo Guajes (+ 60 años), grupo de empresas familiar de Rincón de la Victoria, tiene un lema inspirador que sirve como una verdadera declaración de intenciones y prueba de su responsabilidad con el conjunto de la sociedad: “Una empresa familiar permanece en el tiempo cuando tiene un propósito que les conecta con la sociedad”.
La prevalencia de los valores fundamentales de la familia ha llevado a las empresas familiares a prestar más atención a las necesidades de sus empleados y stakeholders internos que otros tipos de empresas. En este sentido, el tipo especial de socialización que tiene lugar en una empresa familiar ayuda a definir un clima afectivo que explica los altos niveles de identificación, implicación y lealtad que suelen tener los empleados en este tipo de empresas. En General Elevadores (segunda generación), por ejemplo, se ha optado por la flexibilidad laboral, siempre que se cumplan con las responsabilidades. Asimismo, hacen un descuento del 50% en sus elevadores a aquellos empleados que tengan necesidad de accesibilidad o sus familiares.
La propiedad familiar también influye positivamente en las responsabilidades ambientales, legales y éticas de la empresa. Las empresas familiares son menos propensas a incurrir en conductas corporativas indebidas y a menudo tienen mayores grados de participación en la comunidad. Tomemos un ejemplo cercano para ilustrar esta afirmación. En Mayoral (fundada en 1941) “nos aseguramos muy bien de las condiciones laborales de nuestros proveedores, que sean buenas. Hacemos inspecciones en edificios, formamos parte del Pacto de Bangladesh, y somos miembros de una ONG que examina las fábricas y sus condiciones”, comentan desde la empresa.
Además, en lo que respecta a las cuestiones sociales, las empresas familiares están más interesadas en difundir una mayor variedad de informes de RSC que las que no lo son. El Grupo Ansan, que lleva 60 años construyendo, promoviendo y comercializando en el sur de España, colabora, por ejemplo, con la Asociación Canina Coín, quienes hacen intervenciones con perros a niños con diversidad funcional, personas mayores y otros colectivos. En relación con esto último, contribuyen además con la financiación del tratamiento de aquellas familias que no pueden permitírselo.
Sin embargo, también surge un patrón diferente de otras evidencias. Las condiciones únicas de la empresa familiar pueden llevar a algunos miembros de la familia a incurrir en comportamientos oportunistas o acciones éticamente dudosas, lo que puede impedir el éxito de la empresa y generar un impacto negativo en los empleados, clientes y otros stakeholders. En la misma línea, algunos factores como el altruismo o el nepotismo, entre otros, tienden a dañar la longevidad y la eficiencia de la EF.
Todos conocemos empresas familiares que adoptan prácticas responsables y sostenibles -ojalá pudiéramos darles mayor difusión-. Pero, desgraciadamente, también sabemos de otras -a Dios gracias, mucho menor en número- donde el reinado del nepotismo o el favoritismo perjudica a las propias empresas y a su impacto en la comunidad. Me planteo en voz alta: ¿de qué manera podemos apoyar a las empresas familiares para que sigan siendo un motor de desarrollo económico y social, sin perder de vista sus valores y su compromiso con la comunidad? Visita y difunde https://inspirationalbusinessfamilies.uma.es/ . Empresa + Familia = Bienestar social.