“Hija mía, tú nunca dejes que te hablen mal de los romanos. Los romanos nos trajeron las obras hidráulicas, los acueductos, el agua corriente. Donde llegaban los romanos la gente comía mejor porque había regadíos, se lavaba más y había menos enfermedades. Los romanos han dado mucha vida al mundo”.

Palabras de un hombre de campo de la Axarquía malagueña, tan sensible siempre al agua, tan preocupado por administrarla bien. Esta comarca vio nacer a María Zambrano.

Me viene a la cabeza estas palabras de un hombre, llamado Roca, de El Borge, mientras escucho la música de otro de Benamocarra, el Miserere de Eduardo Ocón hijo de un cerrajero humilde cuya biografía y obra debiera ser más y mejor conocida por todos. A él debemos la zarzuela El grito Español y una muestra de que el Romanticismo y el amor a la tierra caló también en el Sur, algunos lo han querido llamar “pintoresquismo musical”, es nuestra Renaixença.

Le debemos, al que fue profesor tres años antes en las escuelas comunales de París que, al volver, quisiera para su ciudad aquello que había visto en la capital cultural del mundo. Dirigió la Sociedad Filarmónica de Málaga que se funda en 1869 y su inmediata consecuencia, una escuela superior de música, el Real Conservatorio María Cristina de Málaga, inaugurado en 1880. Hay un cole en y un auditorio al aire libre en el Parque que muchos hemos disfrutado con su nombre.

Yo no puedo moverme demasiado por mi recuperación, pero una buena amiga me regaló una perla, para mi cumpleaños esta semana, un vídeo del concierto que la agrupación de cofradías organizó en la Catedral esta semana. Pones el altavoz a tope, con el Coro de Ópera y la Orquesta Sinfónica de Málaga, y ves aquel mismo lugar, la Catedral en la que Ocón aprendió a tocar el órgano con el maestro de capilla Mariano Reig y mi imaginación vuela. Siglo y medio después nos falta un auditorio. Vuelo a Helsinki, no más grande que Málaga y al auditorio de madera y luces cálidas. Escucho a Sibelius con la nieve fuera. Este año Javier Torres está allí con su ballet.

Vuela otra vez a la Axarquía, a Vélez Málaga a ver a un niño que se ponía delante de su ordenador como aquellos organistas, el autor de Infectado (del Septum a Google), una obra cuyos beneficios se donan a la ayuda contra el cáncer infantil.

Bernardo tuvo un maestro de capilla, este malagueño de Algeciras, el Doctor Javier López. Escuchaba en “streaming” desde Barcelona la presentación que hace el proponente del Doctorado Honoris Causa y el posterior discurso de Bernardo Quintero, en una defensa de la educación y la universidad pública. La genialidad, pegada al terreno, la humildad y la sencillez de dos grandes, maestro y alumno, amigos. La vocación de compartir y dejar legado. Otro paisano suyo, el ingeniero de Frigiliana Francisco de la Torre Acosta, padre del actual alcalde, fue precursor, con la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga de la idea de que la ciudad contara con una Universidad propia.

Ocón nos trajo la música, ellos el liderazgo en ciber seguridad, una universidad joven y abierta a la innovación y la colaboración, un ejemplo de emprendimiento, la camaradería con sus socios de Virus Total e Hispasec, y la mayor empresa del mundo, Google.

La hija del agricultor de El Borge no estudió medicina, el amor a los romanos que le inculcó su padre la llevó a estudiar Clásicas, a empezar de profesora en Antequera, dice que recuerda mucho frío. Los tropicales de la Axarquía toleran mal el rigor invernal del interior. Bernardo siempre lleva camisetas, en mi pueblo con eso te pelas. Elvira Roca se fue a dar clase e investigar a EE. UU. y consciente de que nuestras élites no habían podido cambiar la cultura del pueblo, consciente de que lo que veía en nuestros valores, actitudes y tradiciones, nuestra música, nuestro arte, venía de aquellos clásicos, de Grecia y Roma, y de nuestra intensa tradición aristotélica, de la huella profunda de Roma, se doctora en la UMA y en Tours y nos tira de la manta. Roca nos conecta con el pasado y nos hace entender el presente.

No muy lejos, también a las puertas de la Axarquía, Leonardo Cervera nos conecta con Bernardo de Gálvez. Leonardo es otro malagueño brillante que destaca en su carrera jurídica en Bruselas, pero nos ata y conecta con nuestra historia, entusiasta y estudioso del legado hispánico en Estados Unidos y de la figura de Gálvez como gobernador de la Luisiana y Virrey de Nueva España.

Vivir y amar tu tierra, formarte y ser el mejor en lo tuyo, viajar fuera, comprobar que no somos mejores que nadie, pero tampoco peores, poner en contraste nuestros valores, tradiciones, historia, riqueza cultural, etnográfica, civilizatoria, no dejar nunca tu conexión con las raíces, la patria, la tierra de los padres, querer compartir tu experiencia, tu conocimiento, las revelaciones que a lo largo de la carrera, los estudios, los viajes, te hacen valorar lo que tenemos, la motivación por divulgarlo, escribirlo, enseñarlo en tu tierra, factores comunes en este pequeño ejemplo de figuras de nuestro tiempo.

Antonio Banderas está haciendo lo mismo. Picasso no lo pudo hacer, pero su nieto culminó el deseo del pintor. La historia del autor del Cristo de la Buena Muerte (Mena), el escultor Palma Burgos, la de Denis Belgrano que también pasa por una estancia formativa y profesional en Italia, la de mis más cercanos Berrocal (Villanueva de Algaidas) o Cristóbal Toral (Antequera), o el gran Emilio Prados con su estancia en Suiza, Altolaguirre, su colega del 27, que vuelve desde Cuba y Méjico para colaborar con La Caracola. Mención especial a nuestro poeta José Antonio Muñoz Rojas que nos ha conectado el alma a la tierra : “Yo te daría, amor, yo te daría/ la viña y el almendro y el olivo...”

En la técnica, como Bernardo Quintero, otros le precedieron con trayectorias brillantes, López de Peñalver, Jorge Loring gran impulsor de la navegación aérea y la fabricación de aeronaves, Eduardo Huelin, o más recientemente Antonio Luque, Catedrático de Electrónica Física y padre de la energía fotovoltaica industrial moderna. Antonio se vino a Málaga a crear Isofotón.

Hoy, el ingeniero, Francisco de la Torre Prados sueña con un auditorio en la ciudad, en el que puedan sonar las obras de Ocón y tantas otras interpretadas por la Orquesta Filarmónica y otras invitadas, donde nuestra Coral cante el Miserere, donde tambien pueda venir el Ballet de Javier Torres, donde el arte, la música y la cultura sigan aportando un pilar adicional a la ciudad, con el turismo, la industria tecnológica, los servicios…

El auditorio es un icono de una ciudad que se lo ha ganado por mérito propio que debe impulsar la educación y la cultura y que no entiende la respuesta del ministro Urtasun a la implicación plena del Ministerio de Cultura en la prosperidad compartida, y la cultura de todos.

En toda Andalucía solo tenemos Granada y Sevilla para 8,6 millones de personas, el 17% de la población y del territorio español. En Bilbao se maravillarían ustedes con el Palacio Euskalduna, con 5 temporadas estables, creación de 1.524 empleos, y un impacto en la región de 108 millones de euros en 2024.

A cuarenta y cinco minutitos tienen ustedes en San Sebastián el Kursaal que recibió del Ministerio de Cultura 6 millones de euros a pesar de la buena salud de la hacienda foral vasca. A una horita en Vitoria tienen el Auditorio María de Maeztu con una sala de 721 butacas y otra de 437. Son tres auditorios para 2,2 millones.

A una horita tenemos el Auditorio municipal de Logroño con 783 butacas. A una horita tienes el Auditorio del Baluarte de Pamplona, un edificio ejecutado con exquisitez. La sociedad gestora tiene previsto ingresar 6 millones en 2024 y perder lo mismo, llevan 103 millones de pérdidas acumuladas, fundamentalmente porque no es un negocio sino una inversión con potentes externalidades para la ciudad y la Comunidad Foral.

Seguimos bajando el Ebro y Zaragoza está sobre dotada por la concentración de infraestructuras de todo Aragón en el hipertrofiado centro de la comunidad, pero Lérida, una capital de provincia, como podría ser Málaga tiene, en honor a Enric Granados, su auditorio con una sala sinfónica para 803 personas, una de cámara para 241 y un conservatorio anejo con 30 aulas. En Gerona la Sala Sinfónica tiene 1236 butacas y la de cámara 402, incluso tienen una llamada “petita” con 178 localidades.

La biblioteca pública Federico Garcia Lorca del barrio de Sant Martí en Barcelona, es una maravilla, ha recibido numerosos premios entre ellos el premio internacional a la mejor biblioteca del 2023. Son 4.000 metros cuadrados en cinco plantas con un patio central que da luz por los cuatro costados, revestida de madera en el interior. Obra de los arquitectos del gabinete Suma Arquitectura. No puedes resistirte a entrar.

La concentración de instituciones educativas y culturales en el norte de España es indicativa de su nivel social, económico, educativo y cultural. ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? ¿Cuántos Eduardo Ocón habríamos tenido si hubiéramos contado con equipamientos educativos y culturales equiparables a las ciudades que por PIB y población nos superan? ¿En qué estará pensando el ministro?