La Costa del Sol sigue siendo el destino soñado por muchos europeos del norte para empezar una nueva vida al sol. El clima, las playas, el coste de la vida más barato. Parece tan fácil y tentador para muchos. La realidad es muy distinta. Es un viaje largo y a menudo complicado, y si llegas aquí con una actitud equivocada y expectativas poco realistas, puede salir muy mal. Pero si inviertes en tu integración, puede ser la experiencia más maravillosa y que más te cambie la vida. A menos que quieras vivir una vida limitada y a menudo aislada social y culturalmente, hay algunas reglas no escritas que la gente debe seguir:

Aprende el idioma. Aprende el idioma. Aprende el idioma. Sí, es así de importante. Es difícil (todavía tengo pesadillas con el subjuntivo...), te llevará mucho más tiempo del que crees, pero es muy importante y gratificante. Mucha gente dice que "se las arregla" en español. Esto suele significar que pueden pedir comida y bebida en un bar. Pero, ¿podrían hablar con un médico, con un funcionario en una oficina pública o incluso con su vecino? "Bueno, la gente debería hablar inglés (o cualquier otra lengua europea)", suele ser la respuesta. Por mucho que el nivel de inglés que se habla en España no sea todo lo alto que podría ser, fuiste tú quien decidió trasladarse a este país, así que no esperes que la gente haga negocios en tu idioma. Es muy sencillo.

El idioma te abrirá muchas puertas. La calidez de la gente, su apertura e inclusividad sólo pueden experimentarse cuando puedes comunicarte con ellos. No se espera que seamos perfectos (y en mi caso no lo seremos en muchos años), pero hacer el esfuerzo se agradece muchísimo y podrás expresarte.

Búscate un profesor y quédate con él, aunque te dé pavor la perspectiva de hacer deberes y sentarte en un aula a tu edad. Merece la pena. El progreso puede ser lento, pero tu español mejorará cada vez más. Cuanto más te relaciones con los lugareños, más entenderás también el acento local, que puede ser todo un reto. Todo es rentabilizar tu inversión.

También insto a la gente a que participe en la vida de la comunidad española. No espero que lleven un trono en Semana Santa, participen en un grupo de canto en Carnaval o sean capaces de citar los mejores chistes de Chiquito de la Calzada. Aprender sobre las tradiciones locales, probar alimentos que ni siquiera habrían considerado comer en el pasado, conocer la historia de la ciudad y la región y las muchas personas que vinieron a esta parte de España desde el extranjero y otras partes del país para encontrar fama, fortuna y felicidad. Aprende a aceptar (y tolerar) costumbres y rituales y, sobre todo, recuerda que ya no estás en el país en el que naciste.

Si te tomas estas cosas en serio e inviertes en tu propio desarrollo, tendrás muchas posibilidades de llevar una vida muy satisfactoria en esta maravillosa parte del mundo.