Los hosteleros de Pedregalejo, preocupados por las obras del paseo marítimo y el tiempo de cierre de los bares
Mahos habla de acuerdo para mantener las estructuras de las terrazas, aunque tratando de que sean más permeables.
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La decidida apuesta del Ayuntamiento de Málaga por transformar la actual imagen del paseo marítimo de Pedregalejo y el inminente arranque de los trabajos en la zona ha elevado el grado de preocupación existente entre los hosteleros de la zona.
Muestra de ello es que, según traslada el presidente de Mahos, Javier Frutos, a EL ESPAÑOL de Málaga, una representación del sector mantuvo recientemente una reunión con el alcalde, Francisco de la Torre, al que presentaron medio centenar de firmas para demandar información "mucho más exhaustiva" sobre el desarrollo de los trabajos.
La previsión que se maneja en la Casona del Parque es que los trabajos arranquen formalmente el próximo mes de octubre, una vez superada la temporada alta del verano, estando previsto un plazo inicial de un año.
Según Frutos, la principal inquietud de los hosteleros radica en el tiempo que sus negocios permanecerán cerrados y la modalidad de las obras, específicamente si se realizarán por fases.
Los empresarios consideran que la falta de detalle en este aspecto representa un "perjuicio bastante grande", haciendo hincapié en la necesidad de una planificación que minimice el impacto económico y laboral.
Otra imagen de cómo se proyecta la reforma del paseo de Pedregalejo.
Según afirman, las obras requieren una "previsión por parte de todos" para salvaguardar los puestos de trabajo y la viabilidad de los negocios.
Otro punto crucial en las conversaciones ha sido la preservación de las estructuras físicas de las terrazas.
Los hosteleros subrayan la "peculiaridad" y la "vida" que las terrazas aportan a Pedregalejo, señalando que son indispensables debido a la alta humedad nocturna y la demanda de los usuarios, en su mayoría malagueños.
Estas estructuras, que permiten la instalación de toldos y cerramientos, son consideradas "básicas para la supervivencia de los establecimientos", especialmente aquellos que ofrecen desayunos y deben montar sus terrazas desde primeras horas de la mañana.
Aunque el Ayuntamiento busca que el paseo marítimo quede "expedito" o despejado, los hosteleros argumentan que esto podría resultar perjudicial para los negocios que operan hasta las 02:00 horas de la madrugada.
No obstante, Frutos habla de un acuerdo inicial para que se respeten las estructuras de terrazas existentes y se estudien "fórmulas permeables" para su instalación.
Desde el equipo de gobierno del PP, la concejala de Comercio, Elisa Pérez de Siles, confirma la petición de los empresarios y el compromiso municipal de buscar opciones de estructuras que se puedan mover, pero que, al mismo tiempo, permitan "preservar a la gente del viento en invierno".
"Vamos a ver opciones posibles en el mercado y otras experiencias en otras ciudades", señala la edil.
Los empresarios y el personal vinculado a los establecimientos necesitan la "mayor celeridad posible" en la obtención de detalles sobre el faseado de la obra, una propuesta que consideran "básica" para "el menor perjuicio posible a los establecimientos".
La incertidumbre actual dificulta la planificación y preparación ante un periodo prolongado de obras.
Detalles del contrato
El contrato quedó formalizado la semana pasada con la empresa Ingeniería, Obras y Tecnología Europea, cuya oferta eleva la inversión a 4.731.437,70 euros (5.725.039,62 euros IVA incluido). El plazo fijado es de 10 meses.
Entre los objetivos que se marca el Consistorio con esta iniciativa es corregir la problemática existente con la movilidad peatonal.
Dado que la sección del paseo no se puede modificar, al toparse con el límite marcado por muro que le separa de la arena de la playa, se apuesta por eliminar el cambio de nivel actualmente existente, sobre el que se localizan la mayor parte de las terrazas, para unificar todo el espacio.
Se prevé la supresión de las distintas alturas del paseo, la reordenación de las terrazas y la ampliación de las zonas de acceso a la playa, así como dotarlo de pérgolas, bancos y una nueva iluminación.
Según los datos municipales, a lo largo de todo el paseo se cuentan más de 30 negocios con terrazas, que vienen a sumar del orden de 2.360 metros cuadrados.
La longitud de todos estos espacios de ocupación privada alcanza los 426 metros. Es decir, el 35% de toda la longitud del paseo está ocupada por mesas y sillas.