El anzuelo de un estafador de Málaga para poner en alquiler un piso turístico que no era suyo: "Mi abuela falleció"

Usaba como gancho un piso en la avenida de la Paloma a un precio que ya prácticamente no se ve en Málaga. Se hacía pasar por el propietario, les explicaba que su abuela había muerto y que ahora él alquilaba la vivienda. Les pedía dinero para reservarlo, se lo enseñaba y luego desaparecía. Ahora la Policía Nacional lo ha detenido, descubriendo que apenas tiene 24 años y que el piso era una vivienda turística que el chaval alquilaba para esas visitas.

Este individuo había estafado a varios ciudadanos en relación con el alquiler de un piso que ofertaba en un portal inmobiliario en Internet como de su propiedad aunque, realmente, se trataba de una vivienda turística de un tercero ajeno a la trama.

Para perpetrar el fraude, el sospechoso alquilaba el piso vacacional durante unos días y, a continuación, aprovechando ese espacio temporal, concertaba visitas al inmueble, ubicado en el distrito Carretera de Cádiz, ganándose así la confianza de los potenciales arrendatarios, que no dudaron en realizar una transferencia bancaria en concepto de reserva.

Como siempre actuaba de la misma manera, los agentes descubrieron que había un denominador común en varias denuncias que habían llegado a manos de investigadores de la Comisaría de Distrito Oeste de la Policía Nacional en Málaga.

El anuncio en Internet de un piso en alquiler en la avenida de la Paloma a un precio competitivo constituía el gancho en el que habían 'picado' tres familias, que buscaban vivienda para larga temporada en la capital malagueña en un momento en el que la ciudad aborda un gran problema con la vivienda.

Hasta la fecha se han detectado tres denuncias, aunque no se descarta que surjan nuevos afectados en relación con la trama. El sospechoso utilizaba una identidad falsa en los contratos de alquiler y que las víctimas hicieron transferencias bancarias, por cantidades entre 500 y 1.500 euros, en concepto de reserva en beneficio del falso arrendador.

Tras practicarse los pagos, la persona que alquilaba al parecer la vivienda ya no contestaría nunca más a los requerimientos de los perjudicados. Finalmente, los agentes pudieron localizar al titular de la cuenta bancaria a la que fueron a parar los pagos. Se trataba de un joven de 24 años, identificado por los denunciantes en diligencia de reconocimiento aparte como la persona que los había estafado.