Una imagen de la Policía en la zona.

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Málaga ciudad

El extraño caso de la muerte de Petro y María, en Málaga: "Mis padres eran buenas personas y no tenían pensado suicidarse"

La hija del matrimonio ha asegurado en redes sociales que cree que todo se trata de un "asesinato organizado" y que ambos estaban sufriendo presiones últimamente.

Más información:  La pareja ucraniana que se suicidó en Málaga vivía en un piso subalquilado por una compatriota

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El martes, 1 de abril, a las 7.50 horas, el barrio de Cruz de Humilladero amanecía con una noticia trágica. Un matrimonio sexagenario había caído al vacío desde una octava planta en la calle de la Madre María Teresa de Calcuta. La Policía Nacional sigue investigando los hechos, aunque la hipótesis principal apunta a un suicidio consensuado entre ambos. 

La pareja era ucraniana. Él se llamaba Petro y tenía 64 años, era jardinero en la urbanización Barceló, en la zona oeste de Málaga; mientras que ella se llamaba María, tenía 60 y trabajaba cuidando ancianos. Ella llegó primero a España y después él, pero ambos llevaban, al menos, cinco años en Málaga. 

El piso desde el que presuntamente se precipitaron pertenecía a un guardia civil que le había alquilado la vivienda a una señora también ucraniana. Sin embargo, la imposibilidad de pagar la mensualidad llevó a esta mujer, según las fuentes consultadas, a subalquilar dos habitaciones. Una de las dos a una chica joven y la otra a esta pareja.

Al parecer, Petro y María pagaban 400 euros mensuales y llevaban poco tiempo en esta vivienda de Cruz de Humilladero, aunque Petro había contado a vecinos de la urbanización donde trabajaba que estaba muy contento con la casa, ya que en la anterior pagaba mucho más y tenía hasta los grifos rotos. 

La pareja tenía dos hijos y varios nietos, pero estos residían en Ucrania. El pasado mes de septiembre, apuntan fuentes de su entorno, el matrimonio fue a visitarlos, pues sus familiares residen en una zona que no está afectada por el conflicto bélico. Así, han sido los propios vecinos los que con ayuda de asociaciones ucranianas y el consulado han conseguido contactar con los hijos para informarle de los hechos acontecidos.

Si bien, tras conocer la noticia, la hija de la pareja ha publicado en redes sociales un mensaje desconcertante donde da a entender que no cree que sus padres se hayan quitado la vida así porque sí. "Ha sido un asesinato organizado, mis padres eran buenas personas y no tenían pensado suicidarse. Tenían los teléfonos pinchados y les estaban amenazando", escribe la hija, quien asegura que el fin de semana pasado ella "se encontraba durmiendo en casa de sus padres cuando una persona desconocida entró a la casa de noche". La joven explica que "se despertó con un ruido y que cuando fue a mirar quien era esa persona se había marchado corriendo".

"Mis padres estaban preocupados por mí", escribe, en referencia a que sus padres no querían tenerla en la casa de vacaciones ante esta sensación de inseguridad y por eso voló de nuevo a Ucrania. Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga respaldan el testimonio de la hija, alegando que tenían la impresión, por algunas conversaciones, de que la pareja últimamente se estaba "sintiendo perseguida", especialmente María. Dicen que se sentía "atormentada" en este sentido.

Siempre según el relato de estas fuentes y de la hija, la pareja tenía un juicio pendiente de celebrarse por la denuncia que les había interpuesto otro matrimonio. Sobre ello, María y Petro contaban que les estaban desapareciendo "pruebas de inocencia". También explicaban que les habían cambiado sus pasaportes por unos falsos. Todo es realmente extraño.

El lunes, de hecho, estas fuentes aseguran que vieron a Petro preocupado por el dinero, decía que podían haberle bloqueado las cuentas. Pero finalmente pudo obtener el efectivo que necesitaba. Ahora, en grupos ucranianos de Facebook hablan de que estan recaudando fondos para repatriar los cadáveres a Ucrania, lo que asciende a un coste de 15.000 euros y que la familia necesita ayuda, mucho más ahora que "el dinero de los padres ha desaparecido y las cuentas están bloqueadas". Sin duda, el caso de Petro y María aún tiene varias incógnitas por descifrar, más allá de sus dos vidas truncadas y un entorno destrozado.