Sale del hospital Salvador Gil, el sacerdote agredido por la calle en Málaga a grito de "¡estoy harto de masones!"

El párroco de la Iglesia de La Amargura de Málaga, Salvador Gil, que sufrió la noche del lunes una brutal agresión por la calle por parte de un desconocido, ya ha recibido el alta en el Hospital Regional y se encuentra en su casa. Así lo han confirmado fuentes de la Diócesis de Málaga, quienes añaden que la evolución del sacerdote es favorable y que el derrame que tenía en la cabeza ha disminuido considerablemente. 

Le dieron el alta anoche y desde entonces se encuentra en casa con vigilancia total ante el riesgo de que puedan aparecer los vómitos o se maree. Sobre la persona que le agredió, de momento no consta que esté detenido. Desde la Subdelegación de Gobierno han indicado que la Policía Judicial del Distrito Centro está investigando los hechos con ánimo de arrestar cuanto antes al autor de la agresión.

Todo ocurrió sobre las once de la noche de este lunes y la Diócesis de Málaga ha querido explicar con detalle los hechos. Según cuentan en un comunicado, Miguel Ángel Criado, párroco de El Salvador y Salvador Gil, párroco de la Amargura, regresaban de cenar tras la charla cuaresmal que el primero había impartido en la parroquia del segundo.

Según el relato del propio Criado, "ocurrió en la plaza San Juan de la Cruz donde íbamos a recoger el vehículo para regresar a casa" cuando, un varón de unos 35 años, corpulento, se acercó a ambos y, al grito de "¡Estoy harto de los masones!", se abalanzó sobre ellos.

"Yo pude esquivar el golpe, pero no así mi compañero que recibió un fuerte impacto en la cara y, posteriormente, al caer inconsciente, un golpe en la cabeza contra el suelo. El agresor continuó su marcha mientras yo acudía en auxilio de mi compañero y avisaba a los servicios de emergencia", declara.

Algunos viandantes se acercaron a interesarse por la situación, llegando a traer una manta para tapar al cura herido y acompañarle mientas venían los sanitarios. Una de las parejas señaló asimismo, que habían visto hacía poco a un hombre muy nervioso por la calle dando voces solo, según Criado.

Tras recuperar, a los pocos minutos, la consciencia, el sacerdote que había recibido el golpe permaneció aún "muy aturdido" durante unas horas hasta su traslado al hospital.

Según Criado, la agresión parece a primera vista fortuita, pues ninguno de los dos conocía al agresor y ninguno de los dos vestía en ese momento el clergyman, por lo que descartamos en principio que el motivo fuera nuestra condición de sacerdotes.

Por el momento no se ha presentado denuncia debido a que sigue ingresado en el hospital. "Desde la diócesis de Málaga pedimos oraciones por la pronta recuperación de Salvador Gil y esperamos que la justicia pueda aclarar los hechos a la mayor brevedad para evitar que puedan volver a producirse episodios de violencia gratuita como estos", explican en el comunicado.