Vista del Centro de Málaga.
La escuela de verano de Málaga que busca ser ‘refugio’ para menores en riesgo de exclusión
El Ayuntamiento de Málaga avanza en la contratación del servicio de atención a 110 niños y adolescentes de Capuchinos, Trinidad, Perchel, Ollerías, Cruz Verde y Lagunillas.
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No siempre habitar el Centro de Málaga y su entorno más directo es sinónimo de lujo y turismo, ni implica visitas a museos o restaurantes. En el corazón de la capital de la Costa del Sol vive una población considerable que nada sabe del éxito de la ciudad y del debate encendido sobre la masificación de sus calles.
Esos vecinos son los que residen en las zonas más populares, pero también más escondidas, del distrito estrella. En Capuchinos, en Trinidad, en Perchel, en Ollerías, en Cruz Verde y en Lagunillas.
Una extensión geográfica que en los últimos años está siendo conquistada por apartamentos turísticos y viviendas de precios desorbitados, pero en la se levantan 2.109 pisos de protección pública, que cobijan en su interior a cientos de familias en riesgo real de exclusión.
Siendo preocupante el futuro de todos sus integrantes, la atención a los menores se convierte en elemento obligatorio de las Administraciones públicas. Y entre ellas, es de destacar la labor que viene haciendo desde hace años el Ayuntamiento.
Muestra de ello es la acción que vuelve a activar con una escuela de verano pensada para atender, al menos parcialmente, a 110 de estos niños y adolescentes de entre 6 y 16 años. La actuación, que es objeto de licitación, con un presupuesto inicial de unos 30.000 euros, tendrá lugar entre el 30 de junio y el 3 de agosto.
Estos menores forman un grupo poblacional "de especial necesidad social, que presentan carencias básicas en habilidades sociales, rutinas, hábitos, organización, vínculo de apego apropiado, límites y normas, que dificultan su avance psicosocial y convivencia comunitaria, así como tener un desarrollo evolutivo adecuado", se destaca en el pliego de condiciones que rige este contrato.
Para los responsables municipales, la Escuela de Verano ha de entenderse como un espacio de intervención socioeducativa y plan de apoyo para sus familias. Y ello generando un espacio donde sus hijos e hijas podrán desarrollar actividades lúdico-educativas, de ocio y tiempo libre y formativas.
"Este espacio de carácter preventivo, permitirá que los/as menores y adolescentes participantes no estén solos/as, y puedan carecer de un control en un entorno que les pudiera ofrecer imágenes identificativas que podrían asumir, y que no son deseables para su formación como personas", se enfatiza.
Observaciones de estrellas, salidas al cine
Y ello mediante la organización de un amplio plan de acciones que incluye actividades de educación en valores; actividades deportivas (realización de diferentes disciplinas para trabajar hábitos saludables); actividades medioambientales, como rutas de senderismo, talleres medioambientales, talleres de astronomía, observaciones de estrellas y constelaciones…
Habrá también sesiones de grupo sobre inteligencia emocional; talleres de creatividad, construcción y música, y otras actividades en medio abierto para favorecer un uso del ocio y el tiempo libre adecuado, como visitas a parques acuáticos, cine, museos…
Incluso, se plantea la celebración de un special day con las madres y los padres de los participantes, jornada en la que los menores y adolescentes prepararán actuaciones y juegos para el disfrute de sus familias.