La declaración de ‘guerra’ a la vivienda turística en Málaga empieza a dar resultados: tajo enorme a la inscripción de pisos

La declaración de guerra a las viviendas turísticas en Málaga empieza a dar resultados. Justo un año después de que el Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol activase la primera medida para frenar el boom de estos alojamientos temporales, la estadística oficial muestra el impacto de la iniciativa.

El análisis de los datos del Registro de Turismo de Andalucía permite constatar una importante reducción en la cifra de pisos turísticos inscritos en la ciudad. Sirva de referencia que de los 13.305 alojamientos que había anotados en esta base de datos a fecha del pasado 25 de febrero se ha pasado a 12.619 a fecha de 5 de marzo (datos hasta las 20:00 horas). Es decir, que en el intervalo de apenas una semana han sido desinscritas 686 unidades. 

Pese a ello, el dato actual de viviendas turísticas con capacidad de operar en la capital (no todas están funcionando como tales) sigue siendo muy superior al que había a finales de febrero del año pasado, 11.117, cuando entró en vigor el nuevo decreto andaluz, que dio herramientas a los ayuntamientos para intervenir en el mercado.

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Es justamente el 22 de febrero de 2024 el día que toma como referencia la Gerencia de Urbanismo para aplicar las disposiciones recogidas en el Plan General de Ordenación Urbanística (en vigor desde mediados de 2011), prohibiendo nuevas aperturas de viviendas turísticas que no cuenten con entrada y servicios independientes al resto del inmueble en el que se localicen.

La aplicación de este precepto motivó que, en primera instancia, el Consistorio solicitase a la Junta de Andalucía que diese de baja más de 1.100 pisos que incumplían la norma urbanística. Sin embargo, la ejecución real de la misma se hace presente ahora.

En cualquier caso, aunque tarde, parece evidente que los acuerdos de coordinación alcanzados por el Ayuntamiento y la Administración regional para desinflar la burbuja de los pisos turísticos empiezan a ser efectivos.

Las Torres de Martiricos

Uno de los casos más paradigmáticos del modelo de alojamiento temporal de la capital son las torres de 30 plantas de Martiricos, las más altas de uso residencial de toda Andalucía. Hubo un momento en los últimos meses en que de las 450 viviendas que integran las dos edificaciones, 211 estaban inscritas para su explotación turística. De esta cifra, con la que arrancó 2025, se pasa ahora a 156 unidades.

De acuerdo con la hoja de ruta municipal, únicamente podrán seguir siendo explotadas como alojamientos temporales aquellos pisos que fueron dados de alta antes del 22 de febrero del año pasado. El resto han de ser excluidos del mercado, dado que no respetan el principio urbanístico de tener acceso independiente. Es de prever que tanto en las torres de Martiricos como en el resto de la urbe, la cifra de inscripciones siga un continuo descenso.

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Si esta fue la primera acción contundente impulsada por el Ayuntamiento, no ha sido la única. A principios de este mismo año entró en vigor la modificación del planeamiento que veta la apertura de nuevas viviendas turísticas, tengan o no acceso independiente, en 43 barrios de la capital, entre los que se incluyen el Centro histórico, La Malagueta, El Ejido, La Merced y Lagunillas…

Todos tienen en común que el número de alojamientos de corta duración supera el 8% del parque residencial completo. A esta primera gran delimitación, o Zona 1, se une una Zona 2, con 32 barrios, en la que se permitirán nuevas aperturas pero sin superar el mencionado 8%, y una Zona 3, con 296 barrios. 

El impacto que la anulación de inscripciones ha tenido sobre el sector en la capital de la Costa del Sol se nota de manera clara en los datos a nivel provincial, donde hasta este miércoles había registradas 81.549 unidades. Mientras en la ciudad de Málaga baja claramente el listado, sigue aumentando en Marbella, donde, que se sepa, no hay medidas que impidan su apertura. En concreto, son ya 14.342 viviendas de este tipo.