Málaga da un paso decisivo en su apuesta por recuperar la antigua chimenea Cros, actualmente encajonada entre edificios en el Paseo Marítimo Antonio Banderas, y exponente claro del gran legado industrial que tuvo la capital de la Costa del Sol. 

Tras encargar a mediados del año pasado un diagnóstico en profundidad, el Ayuntamiento tiene ya en sus manos el documento que fija las operaciones a realizar sobre la misma. De acuerdo con las estimaciones iniciales, la intervención va a requerir una inversión cercana a los 447.000 euros (IVA incluido).

Conforme al estudio técnico, este montante debe permitir realizar la limpieza de la fábrica de ladrillo, reponer los elementos cerámicos perdidos con piezas de idéntico tamaño y características, rellenar las fisuras con morteros específicos para ambiente marino; eliminar las hiladas fracturadas hasta descubrir el anillo interior, retirar el óxido, limpiar y, posteriormente, reponer las hiladas con ladrillo de idénticas características estéticas y técnicas.

Otra perspectiva de la obra prevista.

A estas acciones hay que sumar la hidrofugación de la superficie de ladrillo, tanto de la chimenea como del cuerpo anexo; colocar flejes de acero galvanizado tesado como refuerzo de la chimenea frente a la expansión lateral y a las tensiones tangenciales; realizar la losa de cubrición de la edificación anexa y cerrar los huecos laterales, incluyendo la palabra CROS.

El plan de actuación también prevé la urbanización del entorno de la chimenea, con zona de ladera de granito, zona de grava de ladrillo triturado con granulometría y color similar al de la chimenea y canaleta perimetral y muretes perimetrales sobre los que se colocará barandilla de acero galvanizado. Asimismo, se instalará un sistema global de iluminación realizado con focos, tiras led y luminarias de barrido en hornacinas del cuerpo anexo.

Por último, se contempla la instalación de un nido para halcones peregrinos en la coronación de la chimenea, según las recomendaciones para la protección de la biodiversidad que utiliza los edificios como lugar de refugio o nidificación.

Origen de la chimenea

Esta chimenea formó parte de la fábrica La Trinidad, dedicada a la producción de ácido sulfúrico para abonos artificiales desde 1884. La misma estaba implantada en el barrio de Huelin, en la playa de San Andrés. Actualmente, entre la calle Pacífico y el Paseo Marítimo Antonio Banderas. 

En 1910 pasó a ser propiedad de la sociedad General de Industria y Comercio, para, en 1936, ser adquirida por la Unión Española de Explosivos. Finalmente, pasó a manos de la Cros, que la mantuvo en funcionamiento hasta los años noventa del siglo XX.

La chimenea Cros constituye "un importante referente del pasado industrial de la ciudad y, como tal, ha sido inscrito en el Catálogo de Edificaciones Protegida del PGOU, con una protección de grado integral que se extiende en un área de 28 metros de diámetro con centro en la chimenea".