Una imagen de la celebración del foro Transfiere 2025.
La clave para rearmar Europa puede estar en tecnologías que ya usas en tu día a día
Los expertos apuestan por adaptar productos civiles al esfuerzo militar durante el foro Transfiere de Málaga, que ha puesto la defensa en el centro del debate.
La defensa de Europa se ha convertido en uno de los temas más candentes del momento. Ante la incertidumbre del escenario global, en la que hasta su tradicional aliado militar Estados Unidos parece expresarse con hostilidad, la Unión Europea quiere hacerse fuerte por sí sola. ¿Cómo? En parte, con más inversión en la tecnología que se pueda aplicar en el campo de batalla.
No hace falta imaginarlo en algo tan explícito como un arma. A veces, se trata de algo tan aparentemente mundano como... el membrillo. Así lo han explicado expertos en la materia durante la celebración del Foro Transfiere, que esta semana ha establecido desde Málaga la importancia de la defensa europea como una de las líneas clave de debate.
"El membrillo es un ejemplo de producto dual, que sirven para lo civil y para lo militar", ha explicado el vicepresidente de Seguridad, Defensa y Emergencias de Innova IRV, Fernando Chacón. Las propiedades de este alimento —que es altamente duradero, rico en calorías y fácil de transportar— lo hacen ideal para entornos de supervivencia.
Para él, ese es solo un ejemplo de cómo muchas industrias que actualmente entendemos como civiles pueden convertirse también en militares. Ya se han visto ejemplos de ellos en guerras como la de Ucrania, donde —por ejemplo— los drones han pasado de ser casi juguetes a auténticas armas.
"Ahora mismo, lo importante es la transferencia de tecnología del ámbito civil al militar", ha insistido Chacón: "Cualquier tipo de tecnología, como la microelectrónica o el vehículo conectado, puede ser y son perfectamente adaptables al ámbito de defensa y ciberseguridad".
Su apuesta es por "abrir más la mente" y fijarse más allá de la tecnología más pura: "El soldado también come, se viste, se cura... Por lo que necesita de alimentación, medicinas, seguridad", ha enumerado: "Desde mi perspectiva, hay que fomentar que más empresas entren en este mundo de la seguridad y la defensa".
"Hay una oportunidad muy grande, hay que fomentar este ecosistema. Hay que quitar el miedo, porque es un sector industrial igual que cualquier otro", ha defendido el vicepresidente de Innova IRV, que también ha puesto el énfasis en la importancia de formar talento especializado: "Hay que pasar ya a los hechos. Cada año que perdemos es un año que aún no tenemos el talento preparado... y hay que usarlo".
El jefe del programa Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (CETEDEX) del Ministerio de Defensa, Miguel Ángel Ortega, ha coincidido en la necesidad de que "los tiempos sean más rápidos que los habituales en la administración" para el impulso de proyectos como el suyo.
"No podemos tener soluciones para los sistemas drones en diez años, porque el tren ya habrá pasado", ha subrayado Ortega: "El sector de defensa va a tener un crecimiento que espero que sea capaz de absorber. A priori, se va a movilizar una gran inversión". Desde su perspectiva, esto va a provocar también un crecimiento de la demanda de perfiles de ingeniería.
Desde su perspectiva, tecnologías como el vehículo autónomo y conectado, la inteligencia artificial o los sistemas autónomos son especialmente interesantes en este nuevo paradigma. "Hay una ventana de oportunidad que se va a traducir en un esfuerzo inversor importante, un esfuerzo de concienciación a nivel social y un apoyo político a que tenemos que reforzar nuestras capacidades de seguridad para poder tener un sistema democrático y libre", ha expresado el militar.
El jefe de desarrollo de negocio de la Fundación para la Investigación, Desarrollo y Aplicación de los Materiales Compuestos (FIDAMC), Juan Carlos Southwood, también ha participado en la mesa redonda. Para él, uno de los principales retos de esa transformación de los productos civiles a militares es "la interoperabilidad".
"Cuando integramos nuevas tecnologías en defensa, el objetivo es que provoquen una disrupción positiva que aporte valor realmente y no provoque brechas de seguridad que nos dejen expuestos", ha deseado: "Nuestro deber es hacer la transferencia con la tecnología más madura, probada y conocida posible. No podemos correr por correr, pero tampoco podemos tener parálisis por análisis".
Para él, hay una clave para intentar atraer a más talento y empresas: "Se puede hacer una llamada emocional: se está trabajando por la prosperidad y la soberanía de un país, España", ha sentenciado.