Una imagen de un motorista fumando.

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Fumar mientras se conduce una moto, el colmo de la irresponsabilidad: puede acabar hasta en la cárcel

El Reglamento General de Circulación no prohíbe fumar mientras se conduce una moto. Sin embargo, sí puede sancionar por todo aquello que reste atención a la circulación.

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Llega el buen tiempo y a los fumadores empedernidos parece no importarles ni el sitio ni el momento para llevarse un cigarrillo a la boca y calmar su dependencia, incluso si están conduciendo una motocicleta.

Es más frecuente en ciudad porque la moto circula a mucha menos velocidad, algo que sería imposible en una carretera interurbana. Pero lo que muchos no saben es que esa actitud puede salirles cara.

El Reglamento General de Circulación no prohíbe fumar mientras se conduce una moto, sin embargo, sí puede sancionar por todo aquello que reste atención a la circulación a ojos de los agentes de la autoridad.

Es obvio que para fumar en una moto hay que llevar un cigarrillo en una mano mientras la moto está circulando y eso implica limitar los movimientos propios de la conducción de un vehículo de dos ruedas, donde las dos manos tienen que sujetar el manillar con decisión, prestos a cualquier movimiento que se produzca por la propia circulación.

Fumar mientras se conduce una moto es un acto de absoluto desprecio a la seguridad propia y de los demás, porque habrá muchas más posibilidades de tener un accidente. Además, lo normal será que ese cigarrillo acabe en la calzada si es un entorno urbano, porque ningún motorista va a parar en la calle a tirar su cigarro a una papelera o cenicero.

También puede acabar en el arcén de una carretera llena de vegetación seca en verano. En este último caso esa acción implica un potencial daño por incendio que sí está claramente penado.

Un agente de la Guardia Civil de Tráfico indica a EL ESPAÑOL de Málaga que “el acto de fumar en la conducción supone múltiples conductas que interfieren en la misma. Si vamos en un coche, tendremos que buscar el paquete de tabaco en la chaqueta o el bolso, habrá que encenderlo con un encendedor sea del coche o externo y en todo ese tiempo estaremos restando atención a la conducción".

"Por lo tanto, aunque no esté expresamente prohibido, todo lo que interfiera en la conducción atenta, sí que puede ser sancionable. En el caso de conducir una moto, tirar una colilla al suelo es una acción que puede implicar desde una infracción administrativa hasta una penal, además de la retirada de puntos. Se diferencian en que en el caso de la administrativa no hay riesgo para las personas y sí lo hay en el caso de una sanción penal, porque un incendio puede provocar daños a las personas, a la vida animal y a la naturaleza”, añade.

Si todo esto no hace cambiar de actitud al fumador irresponsable quizá los 500 euros de multa y los 6 puntos del carné que le pueden retirar sí le pueden hacer entrar en razón. Además, si como resultado de tirar un cigarrillo por la ventanilla se produce un incendio, podría pasar hasta 6 años en la cárcel en caso de demostrarse.