Hemos quedado a las seis de la tarde de un día cualquiera en la plaza del ayuntamiento de Moclinejo para conocer a un grupo de moteros que tiene entre sus miembros al alcalde de la localidad. Después de los saludos iniciales nos arrimamos a la barra del bar para refrescar nuestra garganta y empezar a saludar a los miembros del grupo, gente normal, que en su día a día trabaja de carpintero, agente de la autoridad, ganadero, albañil, camarero, viticultor e incluso de alcalde. Personas que cuando se ponen alrededor de la barra para contar anécdotas son simplemente amigos que comparten una pasión: la moto.

Su alcalde, José Luis González, nos cuenta que “Moclinejo es un pueblo de la Axarquía que está a sólo 15 minutos de Rincón de la Victoria y desde donde se ve el mar. Aquí se puede encontrar un ambiente que ya no se ve en las grandes ciudades. Todos nos conocemos, hacemos vida en la calle, los niños juegan en la puerta de su casa y el tiempo corre de otra forma. Y para hacer que esto llegue a personas que no conocen este tipo de vida pensamos que sería buena idea formar un grupo de usuarios de moto que le gustara recorrer en moto esta zona”. 

Esa zona a la que se refiere el alcalde es la Ruta de la Pasa, tan cerca y tan desconocida a la vez por los malagueños. Una ruta que comienza en Benagalbón, núcleo urbano de Rincón de la Victoria. "Tenemos motos de todo tipo en nuestro grupo. Nos da igual una de gran cilindrada que un pequeño escúter de 125 cc. Para ir por estas carreteras de montaña no importa la potencia sino las ganas de pasarlo bien entre amigos”, afirma. 

A medida que pasan los minutos salen a relucir anécdotas vividas, que se ven como un aprendizaje. José Antonio Torres, algo así como el jefe de este club, aunque a él no le guste esta definición, nos recordaba que “la primera vez que salimos todos en moto nos llovió, estuvimos a cinco grados bajo cero y tuvimos que meternos en un bar media mañana para calentarnos, pero eso hizo de ese día el mejor momento, porque ese calor de todos juntos entre risas superó con creces el mal tiempo”.

El grupo de amigos moteros de Moclinejo. Carlos Sedano

Miguel Reyes, con un negocio de restauración en el pueblo, nos indicaba que “mi moto, una Honda X-ADV, es un escúter grande, que permite ir cómodo al conductor y es polivalente para todo tipo de recorridos”. Domingo Alcaide, concejal del Ayuntamiento de Moclinejo, no se separa de su Honda CBR 600 RR, “una moto clásica, que inició tendencia allá a finales de los 80 y con la que me gusta salir por esta zona”.

Francisco Torres nos decía que lleva 15 años con su Suzuki GSX 600 R y ante nuestra pregunta de si era una moto ideal para ir solo, sus amigos se echaban a reír porque según ellos “no encuentra a nadie que se quiera subir con él”.

Kevin Castro nos comentaba que “llevo mucho dinero invertido en mi Kawa Z 750, quizá más cariño que dinero, pero de las dos cosas tiene bastante”. La Honda SH 125 de Andrés Muñoz es pequeña “pero sirve para todo, porque es muy manejera”.

“Animamos a todos los usuarios de moto que se unan a nosotros para vivir buenos momentos” nos decía el alcalde. Y así, entre risas y otra ronda, se nos hizo de noche, aunque nadie parecía querer irse. El buen ambiente y el compañerismo con la moto como excusa.