Sergio Pellicer, entrenador del Málaga CF, durante un partido en La Rosaleda

Sergio Pellicer, entrenador del Málaga CF, durante un partido en La Rosaleda Málaga CF

Málaga C.F.

Pellicer, destituido como entrenador del Málaga CF: luces y sombras de su etapa en el banquillo blanquiazul

El técnico de Nules ha dirigido al equipo 186 partidos en dos etapas diferentes.

Sólo está por detrás de Antonio Benitez y Joaquín Peiró.

La derrota contra la Cultural Leonesa fue la puntilla.

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Las claves

Sergio Pellicer ha sido destituido como entrenador del Málaga CF tras la derrota ante la Cultural Leonesa, finalizando su segunda etapa al frente del equipo.

Pellicer es el segundo técnico con más partidos dirigidos al Málaga CF desde el cambio de denominación, solo superado por Joaquín Peiró.

Durante su tiempo en el banquillo, Pellicer logró salvar al club en situaciones críticas y fue clave en el reciente ascenso milagroso a Segunda División, aunque no consiguió consolidar al equipo en la parte alta de la tabla.

Su gestión estuvo marcada por el trabajo con jóvenes canteranos y por afrontar temporadas complicadas con plantillas limitadas y bajo presión institucional.

El Málaga CF vivió el lunes el primer partido de su historia en el Reino de León. A su vez, Sergio Pellicer vivió en ese mismo escenario su último partido con el Málaga CF., el que hacía 186.

La derrota y la incapacidad del equipo, que cayó merecidamente contra la Cultural, fueron la puntilla para un técnico que lleva muchas jornadas cuestionado, desde que encadenó cuatro derrotas consecutivas y el paso adelante que se debía dar esta temporada empezó a ser una quimera.

Con Pellicer se va una leyenda del banquillo blanquiazul. Es el segundo entrenador con más partidos dirigidos al equipo de la Costa del Sol desde el cambio de nomenclatura, por detrás de Joaquín Peiró, al que no alcanzará.

Más lejos está Antonio Benítez, que entrenó al Málaga tanto siendo CD como CF.

La historia de Pellicer en el banquillo del Málaga CF se divide en dos etapas. Cuando llegó a mitad de la temporada 2019-2020 tras la destitución de Víctor Sánchez del Amo para salvar al equipo y permanecer una temporada más, la de las 18 fichas profesionales; y el otro aterrizaje a mitad de la 22-23 que acabó con el equipo en Primera RFEF.

El salvavidas de la 18 fichas

Un vídeo con contenido sexual de Víctor Sánchez del Amo que corrió como la pólvora acabó con el madrileño destituido y Sergio Pellicer, entrenador del filial, como sustituto.

Se estrenó en La Rosaleda y llegó la pandemia. Esa temporada logró salvar al equipo sin público en las gradas y en la siguiente hizo el verdadero milagro.

En la 20-21, con el Málaga CF sancionado a tener solo 18 fichas profesionales, aceptó el reto de la renovación y fue capaz de sacarle rendimiento a una plantilla limitada en efectivos para firmar una permanencia solvente.

Cada partido era un rompecabezas para no caer en la ilegalidad con las alineaciones.

A eso hay que sumarle que volvió a jugar sin público en las gradas, no pudo disfrutar del calor de La Rosaleda.

Fueron 65 partidos -3 de Copa del Rey incluidos- con 23 victorias, 20 empates y 21 derrotas.

Pero su labor va mucho más allá de los números, puesto que llegó y se sentó en el banquillo de un club recién intervenido judicialmente que se iba a la deriva. Consiguió, con creces, mantener el barco a flote.

Al final de la temporada no aceptó la oferta de renovación que le ofreció el club, con Manolo Gaspar al mando de la parcela deportiva, y así puso fin a su primera etapa como entrenador del Málaga después de escalar desde las categorías inferiores.

Sergio Pellicer durante la celebración del ascenso a Segunda División con el Málaga CF

Sergio Pellicer durante la celebración del ascenso a Segunda División con el Málaga CF Málaga CF

A Primera RFEF para obrar el milagro en Tarragona

Una temporada y media después, el Málaga estaba atornillado en las posiciones de descenso a Primera RFEF con una plantilla construida supuestamente para subir a Primera. Con Rubén Castro como guinda del pastel.

Después de Guede y Pepe Mel, Manolo Gaspar recurrió de nuevo a Pellicer, esta vez en el paro, justo después de cerrar el mercado de fichajes de invierno.

Ese fue el inicio del segundo ciclo de Pellicer en el Málaga, lleno de sombras difuminadas todas por el ascenso-milagro de Tarragona.

En la 22-23 Pellicer llegó con 18 jornadas por delante para intentar la salvación, que tenía a cuatro puntos. Pero puso al equipo a diez de la permanencia más el goalaverage perdido con el Racing de Santander.

A partir de ahí se inició una operación remontada que nunca estuvo cerca de producirse y el Málaga se fue a Primera RFEF.

En el imaginario popular, Pellicer sale indemne de aquel desastre de temporada, pero lo cierto es que dirigió los mismos partidos que Pepe Mel.

Pablo Guede, que protagonizó un inicio de temporada sin pies ni cabeza, sólo estuvo seis jornadas.

Sin embargo, el club apostó por la continuidad de Pellicer en el cargo. Fue una apuesta personal de Kike Pérez, que fichó a Loren Juarros como director deportivo con la condición de mantener al de Nules en el banquillo.

El proyecto de cantera que construyó Loren Juarros le venía como anillo al dedo a Pellicer, conocedor como nadie de la cantera del Málaga.

La temporada en el ‘barro’ acabó con el milagroso ascenso en Tarragona en el minuto 122 gracias al gol de Antoñito Cordero. Y ese, al fin y al cabo, era el objetivo.

Pero alejando un poco la lupa, el Málaga era un equipo diseñado para al menos disputar el ascenso directo, algo de lo que nunca estuvo cerca. De hecho, se dejó todas las opciones cuando el Castellón visitó La Rosaleda en el primer partido de la segunda vuelta y se llevó los tres puntos.

Después tampoco fue capaz de disputarle la segunda plaza al Córdoba. Pero llegó el playoff, el Málaga se transformó y acabó ascendiendo a Segunda.

Sergio Pellicer.

Sergio Pellicer. Málaga CF

La temporada pasada tenía que ser la de la consolidación en Segunda y el objetivo se cumplió con creces, soñando incluso antes del parón de Navidad por pelear por cotas más altas.

Pero el equipo se estancó y se celebró una permanencia que llegó a peligrar. Pellicer tiró de la fórmula de La Academia para volver a sacar el cuello y continuar una temporada más en el banquillo del Málaga.

Para esta temporada, él fue el primero que se puso un chino en el zapato. Habló de ambición, de aspirar a algo más que la permanencia.

Tras una buena pretemporada y un comienzo esperanzador, el Málaga ha encallado por diversas razones -lesiones, muchas lesiones, errores individuales, falta de rendimiento de algunos jugadores, etc-, y entre ellas un entrenador que en la última rueda de prensa, tras la derrota en León, pareció haber tirado la toalla.

No ha sido capaz de dar con la tecla, especialmente lejos de La Rosaleda, donde el Málaga ha sido un equipo anticompetitivo en la mayoría de las ocasiones.

Sus palabras en la zona de prensa del Reino de León eran lapidarias. “Unidos somos más fuertes y divididos somos la mitad. Ahora el entrenador es el que divide”.

Era consciente de su despido.

Con Pellicer se marcha por encima de todo un malaguista. También el escudo que ha tenido el club en las últimas temporadas. Ha sido el único que siempre ha dado la cara. Pero quizás también un entrenador de entreguerras.

Y, desde luego, alguien que ya es leyenda e historia del Málaga CF.