Tete durante un partido del BeSoccer UMA Antequera

Tete durante un partido del BeSoccer UMA Antequera CD UMA Antequera

Deporte

Tete, a EL ESPAÑOL: "Pase lo que pase el sábado, la temporada es para enmarcar"

El entrenador del BeSoccer UMA Antequera analiza la vuelta de la final del playoff de ascenso a la Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala.

9 junio, 2022 05:00

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Colocó la pica del fútbol sala malagueño en la élite de este deporte. Ha jugado once temporadas en Primera División y ha vestido la camiseta de la selección española, campeona del mundo en varias ocasiones. Cuando todavía tenía cuerda para rato, decidió dar un paso atrás que supuso varios hace adelante fichando por el equipo de su ciudad, el CD UMA, hoy BeSoccer UMA Antequera, donde lleva catorce temporadas. Ha sido jugador, segundo entrenador y ahora es el entrenador que ha asumido el legado de Manuel Luiggi Carrasco, Moli, después de 33 años en el banquillo del equipo universitario.  

Tras conseguir el ascenso siendo jugador y siendo segundo entrenador, ahora tiene la oportunidad de devolver al BeSoccer UMA Antequera a la Primera División del fútbol sala nacional. Antes, ha tenido tiempo para entrar en la historia conquistando la Copa del Rey tumbando a cinco equipos de la máxima categoría en una gesta enmarcada en las páginas de oro del deporte malagueño.

La guinda al pastel se la puede poner el sábado a partir de las 18.00 en el pabellón Fernando Argüelles de Antequera frente al Atlético Benavente, contra el que empató a dos en la ida de la final del playoff de ascenso. 

Es José Antonio Borrego Gutiérrez, Tete, que atiende a EL ESPAÑOL de Málaga antes de la cita sabatina. 

Cuando arrancó la pretemporada, ¿soñaba con este momento?

No me podía imaginar estar en la final jugando en casa y que solo nos haga falta ganar para subir.  No tener que hacer nada heroico. Lo hubiera firmado en agosto. Lo soñaba, sí, pero no me lo imaginaba. Además, tenía muchas dudas, porque iba a ser un año duro, el primero sin Moli (histórico entrenador del UMA). Soñaba con poder hacer algo parecido, pero además ganar un título como la Copa del Rey es algo impensable para un club como este. El máximo sueño es disfrutar de la Primera División. 

¿El ascenso era el objetivo del equipo al arrancar la temporada?

El objetivo era estar en la pelea por entrar en el playoff. Y ya después soñar. Porque, muchas veces, el mejor no asciende. El deporte es así. Pero ya le he dicho a los jugadores que, independientemente de lo que pase el sábado, la temporada es para enmarcar. Pase lo que pase hay que valorar la temporada. Sé que va a ser muy difícil. Pase lo que pase voy a ser el primero que le dé un abrazo a cada uno de los jugadores.

¿Cómo está el vestuario estos días?

Está con muchas ganas de que llegue el sábado. Ellos saben que en el partido de ida, a los puntos, fuimos superiores. Pero el resultado no fue nada malo. Son conscientes de que pudieron haberlo hecho mejor. Pero ya le hemos dicho que no se confíen, porque va a ser duro. Ellos se han cargado al máximo favorito para el ascenso, que era Peníscola, y pensarán que tienen su oportunidad de jugar en Primera.

¿Dónde puede estar la clave del partido? 

Si nos atenemos al partido de ida, la clave está en el acierto. El pabellón se va a llenar. Mis jugadores van a tener ese plus. Pero agarrándome al tópico, el partido va a estar en los detalles. No cometer errores, si tienes tres ocasiones, hacer dos, que ‘Cone’ (Conejo) las pare o que pegue en el poste…

¿Quién va a ser más importante el sábado, Conejo o los goleadores?

En una final como la del sábado tenemos que estar todos bien. Con que haya uno o dos que no estén bien, eso lastra al equipo. En la final lo importante es que el equipo sepa lo que se juega y que compitan como lo están haciendo.

¿Qué teme más del Benavente?

Su manera de competir. Es un equipo que no se rinde, que juega siempre al mismo ritmo. Y luego tienen cuatro o cinco jugadores que son muy competitivos y podrían estar en cualquier equipo que pelee por el ascenso. Tienen un entrenador con mucha personalidad.

¿Qué partido espera Tete para el sábado? ¿Uno como los dos de la fase regular, en los que hubo muchos goles, o como el de la ida de la final del playoff?

Ellos meten muchos goles, pero también encajan mucho. Pero en los playoff han cambiado el chip. Están defendiendo bien. Preveo un resultado más corto, más parecido al del partido de ida. Además, será un partido en el que los dos equipos vamos a tener nuestras precauciones. 

¿Este es un partido para ser uno mismo, o también hay que amoldarse al rival?

Ambas cosas, pero lo primordial es ser uno mismo. Hemos llegado hasta aquí con una filosofía y no se puede renunciar a ello. Si Burrito tiene que coger la manija del partido y tiene que tirarle un caño a un rival, pues lo tendrá que hacer. Hasta aquí hemos llegado así y no podemos cambiar. Pero también hay que tener cuidado con los rivales. Aunque tenemos que mostrarnos como somos. 

Da la sensación, después de ver cómo afrontó el equipo la Final Four de la Copa del Rey, que una de las características del BeSoccer UMA Antequera es la confianza plena de todos los jugadores en ellos mismos y en lo que hacen. 

Nuestra filosofía es la confianza que le damos a los jugadores de poder desarrollarse. Si no ascendemos, no va a pasar nada. Los jugadores tienen que ser felices. Porque un jugador feliz rinde muchísimo más. El jugador no se desarrolla si lo tienes cohibido. Si estás feliz, rindes muchísimo más. A mí me pasaba como jugador.  

Aunque en los momentos clave no ha fallado ante su público, el equipo ha sido más débil en el Fernando Argüelles que como visitante. ¿Esa 'debilidad' puede influir el sábado?

Es verdad que en la primera vuelta nos costó ganar muchos partidos en casa. Pero yo no lo llamaría debilidad. En los empates que tuvimos, después en el análisis te dabas cuenta, con los números por delante, que siempre hemos ganado la posesión, hemos tenido más ocasiones... Es verdad que los números son mejores fuera que en casa, pero excepto en un partido, contra el Noia, hemos sido superiores. El equipo siempre ha trabajado bien, nunca ha estado nervioso. Cuando empatamos siempre ha sido porque hemos perdonado ocasiones. Nunca hemos estado a merced del rival. 

¿Cuál ha sido el peor momento de la temporada?

Durante la primera vuelta hubo un momento con varios empates seguidos. Ahí los jugadores empiezan a tener dudas, porque además estábamos igual de cerca del ascenso y que del descenso. Ahí te llegan las dudas y ya te obligas a ganar el siguiente. Tuvimos nuestro pequeño bache. 

¿Cómo es el vestuario del BeSoccer UMA Antequera?

El vestuario es una familia. Es uno de los mejores vestuarios de la Liga Nacional de Fútbol Sala, de Primera y de Segunda. Pero no de ahora, de siempre. Eso Moli lo ha tenido por bandera. Y ahora son un grupo de amigos, se ven después de los entrenamientos, son chavales con las mismas aficiones. Yo, como entrenador, da gusto hablar con ellos. Es una familia. 

¿Hay cosas de Moli en el equipo?

Moli siempre debe estar presente Lo considero más que un amigo. El equipo sigue conservando cosas suyas, aunque también he metido cosas mías. Pero es nuestro primer año, lo mismo si seguimos dentro de cinco años habremos metido más cosas y no se parece en nada a lo que se ha hecho ahora. Pero es verdad que hay muchas cosas de Moli. 

¿Le ha pesado heredar el cargo de alguien como Moli?

No me ha pesado porque llevo toda mi vida en este deporte. No he tenido vacaciones desde los siete años y además llevo catorce temporadas en el UMA. Conozco todos los entresijos y cómo puede rendir el equipo. Las carencias que puede tener...

¿Qué le pide a la afición para el último partido?

Estamos viendo que se están moviendo. Nos tienen que ayudar, decirles que su presencia es fundamental, porque desde el calentamiento, si los jugadores ven que hay mucho público, ya calientan que parece que van flotando. Son importantísimos para apoyarnos, para meter presión al rival… Les pido que nos ayuden a consumar el ascenso.

¿Cómo se imagina Tete el sábado a las ocho de la tarde?

No te lo voy a decir. Pero ojalá y si Dios quiere, yo que soy profesor de Religión, se cumpla.