Una imagen de Ana Covadonga, con su nuevo libro.

Una imagen de Ana Covadonga, con su nuevo libro. Alba Rosado

Cultura

Ana Covadonga, la inspectora que conquista la novela negra: "Los policías no somos superhéroes, somos personas"

Acaba de lanzar Hágase su voluntad, una novela negra diferente que comienza con un suicidio en una plaza de Avilés, localidad que conoce muy bien tras pasar tiempo viviendo allí. Ahora reside y trabaja en Málaga.

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Ana Covadonga es madre de una niña pequeña y otro bebé que viene en camino, es inspectora en un importante grupo de la Policía Nacional, es psicóloga y a todo ello hay que sumar que ahora es escritora publicada ahora en una gran editorial como Espasa tras lanzar en solitario una trilogía protagonizada por Julieta Collado. Llega a la entrevista algo cansada y embarazadísima. "Mi vida es un caos a veces. Mucha gente me pregunta cómo lo hago, aunque creo que yo tampoco lo sé. Parece que cuanto menos tiempo tienes, más lo aprovechas. Cada ratito libre lo dedico a escribir, tengo la historia en la cabeza todo el día", dice entre risas.

El 5 de marzo se publicó Hágase su voluntad, la nueva novela de Covadonga, una autora que ha irrumpido en el panorama de la novela negra con una propuesta que se aleja de los clichés. Lejos de empezar con un cadáver y una pregunta sobre quién mató a quién, la autora asturiana arranca su historia con un suicidio en una plaza que sacude la ciudad de Avilés y que pone en jaque a la protagonista, Deva Prendes, una inspectora de 52 años con carácter asturiano y muchas capas por descubrir. 

Ha tenido que dejar a Julieta por Deva para esta nueva trama, pero ambas siguen compartiendo profesión: ser policía. “Tenía miedo por el cambio de personajes, porque Julieta gustó mucho”, reconoce Ana. “Pero Deva está encantando. Me apetecía escribir sobre una mujer más mayor, porque parece que a partir de los 40 ya no tenemos nada que decir, y eso no es así”, declara.

El arranque de la novela es, sin duda, incómodo, para el que la lee. No es sencillo afrontar que una joven se quite la vida ante una plaza abarrotada de gente que, encima, graba la escena. Una escena cruda, que a Ana le sirvió para hacer una crítica social: “Vivimos en una sociedad deshumanizada, donde la gente graba con el móvil sin pensar que esa persona tiene una familia. Está todo tan accesible que se pierde la empatía”.

Su nueva novela toca temas sensibles como el suicidio, pero también la salud mental, la violencia o la religión. “Se puede ofender quien quiera, pero si lo haces con respeto, tu conciencia está tranquila”, asegura. Además, cree que el efecto llamada asociado al suicidio está desfasado. "Hoy hay que visibilizar estos problemas. El ocultismo no ayuda. Los medios pueden hacer mucho bien si informan con responsabilidad y ofrecen recursos", declara.

Ese componente realista atraviesa toda la novela. Ana es policía y psicóloga, y eso se nota: “En la novela se ve esa batalla interna del policía, esa necesidad de resolver para evitar más víctimas. No somos superhéroes, somos personas con días buenos y malos”, dice, reconociendo que conocer tan bien el mundo policial, venir desde dentro, le facilita mucho el proceso de escritura. "No pierdo tiempo en documentarme", aclara.

Hágase su voluntad está narrada en primera persona y ambientada en Avilés, ciudad que Ana conoce bien porque vivió allí cuando realizó prácticas en la comisaría. Esa cercanía con el entorno aporta una veracidad palpable. “Me gusta escribir sobre sitios donde he estado, porque así puedo contarlo al lector con más certeza”.

Además de su experiencia directa, Ana se nutre de las historias de compañeros: “He trabajado en Marbella, en Madrid, en Coruña y ahora vivo y trabajo en Málaga… vas absorbiendo cosas de cada sitio y eso es oro para construir personajes”.

Si hay algo que define a Ana, esa es la constancia, que sumada al respaldo de Espasa, ha hecho que el salto desde la autopublicación sea “un sueño”. "Ahora tengo a gente que me guía, que cree en el libro, que me acompaña en entrevistas… No tiene nada que ver con autopublicar, donde tú lo haces todo sola. Ha sido muy difícil llegar hasta aquí, pero no puedo estar más agradecida", sostiene.

El libro de Ana Covadonga, en primera plana.

El libro de Ana Covadonga, en primera plana. Alba Rosado

Aunque la autora tiene nuevas tramas en la cabeza, guardadas en su “libreta del mal”, como ella llama al bloc de notas donde va apuntando todas las ideas que se le ocurren, el futuro de Deva Prendes, asegura, depende de los lectores. “Me encantaría seguir con ella y con sus compañeros, pero eso lo decidirá el público”.

Cuando se le cuestiona sobre si, soñando en alto, es capaz de imaginarse a una actriz encarnando a Deva en una adaptación televisiva, Ana, que no es muy buena para recordar nombres, lo tiene claro, aunque el nombre de esta profesional del cine se le hiciera bola: “¡Najwa, Najwa Nimri sería perfecta!”, confiesa entre risas. Y si el rodaje se hiciera en Avilés, un lugar que ama, "aún mejor".