Un montaje con imágenes del caso de Haitam.
Haitam murió tras ser reducido por la policía con tres descargas de táser en Torremolinos: "¡Queremos las cámaras!"
La causa inmediata de su muerte responde a un paro cardíaco, pero será el informe forense definitivo el que deberá esclarecer si las descargas que recibió desencadenaron el infarto que acabó con su vida, o no.
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Haitam, el joven de 35 años que murió el pasado domingo por una parada cardiorrespiratoria mientras era reducido en Torremolinos, recibió tres descargas con dos pistolas táser por parte de la Policía Nacional. El informe preliminar de la autopsia ha revelado que el joven "no tenía lesiones ni por aplastamiento ni por su inmovilización" para ser engrilletado, por lo que la causa inmediata de la muerte responde a un paro cardíaco.
Será el informe forense definitivo el que deberá esclarecer si las tres descargas que recibió desencadenaron el infarto que acabó con su vida, o no. De inicio, el fallecido recibió tres descargas con la táser que pueden llegar a los 1.200 voltios; pero lo más peligroso, indican fuentes consultadas, en estos casos, son los amperios, no los voltios. La corriente que se aplica con una táser es aparentemente baja, de unos 2,1 miliamperios.
Fuentes cercanas a la investigación han indicado, además, que la autopsia ha revelado que Haitam se encontraba bajo los efectos de los estupefacientes en el momento de la detención. Así, aseguran que "el sospechoso entró al locutorio y agredió a su dueño" antes de que el propietario lograse dejarlo atrapado dentro del local, cerrando la puerta.
En este sentido, cabe recordar que cualquier ciudadano tiene la facultad legal de detener a alguien que esté cometiendo un delito flagrante (in fraganti) o intentando cometerlo, o a alguien que se fugue de prisión o esté en rebeldía, debiendo entregar al detenido inmediatamente a la autoridad policial más cercana, como establece el artículo 490 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
De la misma forma, fuentes policiales ponen sobre la mesa un posible episodio de delirium agitado, un cuadro que cada vez los agentes ven más debido al aumento del consumo de drogas y que suele producirse en personas jóvenes, que provocan altercados por el estado que les produce este. De forma que el informe definitivo de la autopsia será clave, para determinar si el infarto se desencadenó por las descargas, o por el consumo de sustancias que ha reflejado el análisis forense preliminar.
Cronología
Todo sucedió el pasado domingo, hacia las 19.30 horas, cuando testigos vieron al fallecido algo nervioso por la calle Hoyo de Torremolinos, concretamente en un kebab, de donde fue expulsado por su actitud y donde, al parecer, pidió un cargador. Luego cruzó la acera y entró a un locutorio, hacia donde lo mandaron los propios empleados. Si bien, es a partir de aquí cuando la versión policial y la de la familia chocan.
Según el relato de las fuentes policiales, a las 19.30 horas, la sala del 091 recibió un aviso de robo en un locutorio. Un zeta llegó a la zona y comprobó que habían dejado al sospechoso encerrado en la tienda, tras cerrar la puerta. El sospechoso estaba, según las fuentes, dentro, con "unas tijeras en la mano".
Como estaba muy violento y agresivo, según recalcan, abogaron por esperar a que llegasen otros dos indicativos, equipados con pistolas táser, para reducir al hombre. Al entrar en la tienda, siempre según el relato de fuentes de la Policía Nacional, el hombre tiró diversos objetos del mostrador a los agentes, hizo aspavientos con las tijeras "y se le tuvo que reducir porque no pudieron tranquilizarlo".
El vídeo que la familia tiene como prueba de "la calma" del fallecido.
Estas fuentes policiales conocedoras de la investigación aclaran que uno de los agentes que intervinieron le dio una descarga con la táser en una pierna, y otro compañero, otras dos descargas cuando estaba siendo engrilletado porque oponiendo "una fuerte resistencia". Esas descargas, añaden, fueron "en modo de aturdimiento por conducción".
La pistola táser
La pistola táser tiene dos tipos de descargas. Modo disparo de cartucho, cuando el objetivo está a varios metros de distancia y disparan dos púas o dardos de la pistola, que generan una descarga de 1.200 voltios al contactar con el cuerpo del sospechoso, provocando una parálisis total de los músculos que se prolonga de 5 a 10 segundos.
Y el modo de aturdimiento por conducción, que es el que según fuentes policiales emplearon estos dos agentes, y que se produjo porque colocaron el arco eléctrico, con los dos electrodos que tiene en los extremos, pegado al cuerpo del ladrón y lo activaron, generando una descarga de menor potencia, de 400 a 600 voltios, y que provoca una contracción muscular.
“Cuando está reducido en el suelo e intentan engrilletarlo, tienen que acercarle el puente de la táser y darle una descarga [modo de aturdimiento por conducción] para que deponga su actitud”, han contado fuentes cercanas al caso.
Pistola táser.
Las pistolas táser están conectadas a una cámara corporal que llevan los policías nacionales y que se activan automáticamente cuando se utilizan. Están equipadas con un sistema inteligente que recupera toda la secuencia de los 60 segundos previos a accionar el gatillo. De forma que esta cámara ha grabado la intervención policial que será analizada por la UDEV y el juzgado, así como los vídeos de las cámaras de seguridad y los que tomaron varios testigos.
Fuentes conocedoras del uso de estas pistolas táser, concretamente de la marca Axon -adquiridas por el Ministerio del Interior-, explican que estas pueden tener "cierto peligro para el feto de las embarazadas, pero no para la mujer, así como para hombres de avanzada edad o con problemas cardíacos". Aseguran que estas no son "letales absolutamente para nada" y que se tienen que dar circunstancias muy excepcionales para que sean peligrosas.
La investigación, de momento, ha quedado asumida por parte de la UDEV, que entregará su atestado al juzgado, para que decida si se desprende alguna responsabilidad penal, bien por parte de los dos agentes que hicieron las descargas o del dueño que encerró al ladrón en el negocio. Los investigadores analizarán el historial clínico del fallecido para comprobar si padecía alguna cardiopatía de base que pudo desencadenar el infarto mortal.
El relato de la familia
La familia de Haitam ha organizado una convocatoria en el barrio de Las Delicias, donde se crió el fallecido, este miércoles, 10 de diciembre, coincidiendo, dicen, con la celebración del Día de los Derechos Humanos. Todos denuncian que más allá "de su color de piel" o de lo que hiciera, es "un humano", por encima de todo, y que "no se merecía semejante final". En la convocatoria con los medios han estado presentes, entre muchos amigos y familiares, su madre, Amina; su hermano pequeño, Naser; y su exmujer, Coral, que incidía entre lágrimas en que "un niño de siete años se ha quedado sin su padre". "Nos han destrozado la vida".
Su entorno asegura que Haitam no padecía ningún tipo de cardiopatía, que era un hombre sano, "que iba al gimnasio" y pide tener acceso a las cámaras de seguridad del locutorio y a las que los propios agentes llevan encima y que se activan cuando se utiliza la pistola táser. "Queremos ver las imágenes, Haitam señala hacia la cámara de seguridad cuando ve a los policías, diciéndoles que las miraran, que él no había hecho nada", relataban.
Una imagen de la convocatoria.
Además, insisten en que cuando se quedó encerrado "podría haber roto los cristales como cualquiera podría haber hecho, y no lo hizo". "Y al menos damos gracias a que existen personas buenas que grabaron lo que pasó, porque son buenas y vieron a un humano morir. Nos enteramos antes por los vídeos y las redes que por la Policía", añaden.
Así, recriminan a las autoridades que avisaran a su madre un día después, el lunes, "sin darle explicaciones de qué había pasado". Y entienden que debe hacérsele una autopsia, pero que llevan días "sin haber podido ver su cuerpo y sin poder darle un descanso".
La familia de Haitam es muy conocida en el barrio de Las Delicias, donde su madre, Amina, regenta desde hace veintiséis años un negocio de pollos asados y comida árabe. "Es una mujer muy trabajadora, no se merece todo esto", comentaba una de las vecinas a EL ESPAÑOL de Málaga, consternada con la pérdida de Haitam, al que ha visto crecer y jugar en los alrededores del local junto a su hermano Naser.
Precisamente vecinos y amigos de la familia son los que han estado apoyándoles en sus declaraciones a los medios de comunicación, justo enfrente de Casa Amira, su local. "¿Tú crees que si Haitam hubiera querido robar se hubiera ido un domingo por la noche a un locutorio? ¿Qué se iba a llevar, unas carcasas?", preguntaba al aire un primo de la familia, indignado por la pérdida de su familiar.
Aseguran que él era un emprendedor que "cotizaba y pagaba impuestos en España". Haitam tenía dos vehículos de tipo VTC y todos aseguran "que le iba muy bien". Los dos móviles que llevaba en la mano ese día, dicen, están valorados en "unos 1.900 euros cada uno". Precisamente, al quedarse sin batería, siempre según el relato de la familia, su objetivo era lograr que le cargaran los teléfonos en algún sitio para coger un taxi, ya que solía pagar con la wallet de su teléfono móvil.
Sobre su pasado, ninguno de los familiares presentes en la convocatoria han hecho declaraciones al respecto. Si bien, fuentes policiales han confirmado a EL ESPAÑOL de Málaga que el hombre tenía diversos antecedentes por delitos como los de violencia de género, tráfico de drogas, lesiones y atentado a agentes de la autoridad, entre otros.
Justicia
Desde su entorno, insisten que quieren "justicia" y "que toda la verdad salga a la luz". Precisamente será el juez instructor el que deberá determinar si los agentes actuaron con congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Cabe recordar que la Dirección Adjunta Operativa (DAO) tiene establecido que el uso de una táser "queda supeditado a la concurrencia de un evento o peligro concreto, en casos de urgencia o necesidad inaplazable".
Una imagen de la convocatoria para pedir justicia.
Un portavoz de la Policía Nacional subraya también que, hasta el momento, “no se ha abierto una información reservada”. “Estamos a la espera de que el juzgado determine si hay alguna responsabilidad en la intervención policial”, ha expresado. En concreto, de los dos agentes que accionaron sus táser oficiales para las que habían sido formados.
La asociación profesional JUCIL, por su parte, así como otros sindicatos policiales, defienden que la actuación “responde a protocolo”. “Los compañeros no podían saber que esa persona se encontraba bajo los efectos de las drogas”, han dicho. “Esa persona sufrió una parada cardíaca porque hizo probablemente un sobresfuerzo forcejeando con los policías”, han añadido.
Imágenes
La familia se ciñe a unas imágenes que grabó un testigo desde fuera del locutorio y que se han viralizado en redes sociales, donde es cierto que se ve a Haitam totalmente tranquilo, tocando unos móviles y conectándolos al cargador mientras que un agente se le acerca con una táser. Sin embargo, hay un corte y en el siguiente vídeo ya Haitam está en el suelo y se escucha a uno de los agentes diciendo "Quieto, o te pego otra". No ha trascendido la grabación completa de los hechos.
La @cep_cepolicia en @malaga ha solicitado a la Comisaría que inicie acciones judiciales contra los autores de los vídeos en TikTok e Instagram, así como contra @ionebelarra por sus declaraciones. Podrían constituir varios delitos hacia la @policia. La #CEP irá como acusación. pic.twitter.com/wsW75c42qi
— CEP Policia Malaga (@Cepoliciamalaga) December 10, 2025
Al respecto de las imágenes publicadas, desde la Confederación Española de Policía han informado que han pedido a la Comisaría que inicie acciones judiciales contra los autores de estos vídeos en TikTok e Instagram, así como contra Ione Belarra por sus declaraciones sobre el tema, donde alega que "esto es violencia policial racista que hay que parar ya" y que creen que podrían constituir "varios delitos hacia la Policía". La CEP, han declarado, irán como acusación.