Dos personas mayores pasean.
Casi 91.000 vecinos de más de 80 años y 347.578 extranjeros: Málaga envejece y gana diversidad cultural
El número de niños de 5 a 9 años pasa en la provincia de 83.403 a 80.425 en el último año, según los datos del INE.
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La población de la provincia de Málaga alcanza los 1.802.417 habitantes a 1 de octubre de 2025, según los datos más recientes del padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto supone un aumento de 13.216 vecinos respecto al mismo periodo del año anterior, impulsado principalmente por el crecimiento de ciudadanos nacidos en el extranjero.
En detalle, la cifra de españoles residentes en la provincia se sitúa en 1.454.839 personas, 3.902 más que en octubre de 2024.
Por su parte, los habitantes con nacionalidad extranjera ascienden a 347.578, 9.302 más que hace un año, consolidando a la población extranjera como motor del crecimiento demográfico.
Este aumento se produce a pesar de que el número de ciudadanos nacidos en España disminuye ligeramente en 12 personas, mientras que los nacidos en el extranjero se incrementan en 13.216. Y esto es posible porque muchos de los ciudadanos foráneos han acabado por nacionalizarse españoles.
El resultado es un padrón que refleja una Málaga cada vez más diversa y con una población creciente, tanto por la incorporación de nuevos residentes extranjeros como por la retención de ciudadanos con nacionalidad española.
Envejecimiento poblacional y bajada de la natalidad
Otro dato relevante es el envejecimiento de la población malagueña. La cifra de personas mayores de 80 años ha crecido hasta 90.733, frente a las 87.100 del año anterior, mostrando un incremento de casi el 4%.
En contraste, la población infantil continúa disminuyendo. El número de niños de 0 a 4 años sigue descendiendo entre los dos períodos, mientras que los habitantes de 5 a 9 años pasan de 83.403 en octubre de 2024 a 80.425. Estos datos reflejan la tendencia de baja natalidad que preocupa a demógrafos y planificadores urbanos.
Este patrón poblacional tiene importantes implicaciones para Málaga, desde la planificación de servicios sociales y sanitarios hasta la vivienda y urbanismo, al tiempo que evidencia la necesidad de políticas que fomenten la natalidad y apoyen a la creciente población mayor.