Ilustración de atracos en Málaga.

Ilustración de atracos en Málaga.

Málaga

"Cierre por robo total": cuando los ladrones campaban a sus anchas por Málaga atracando desde Correos a varios bancos

Tras el famoso atraco en el Louvre hacemos un repaso por varios de los robos más conocidos en la provincia de Málaga: desde trenes de correos, hasta joyas en el aeropuerto o bancos.

Más información: Robos y asaltos de película: las 'hazañas' del 'Dream Team' de los ladrones que también actuó en Málaga

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Tras el sorpresivo robo del Museo del Louvre de París se ha vuelto a hablar de seguridad en lugares emblemáticos y de bandas de atracadores. En Málaga hay bastantes historias con puntos en común de espectacularidad que fueron muy mediáticas en su día.

Atracadores en Málaga ha habido de muchos tipos, desde adictos que quieren pegar palos en gasolineras o a quien pillen aleatoriamente en la calle, hasta bandas organizadas capaces de robar furgones blindados en el aeropuerto.

Los del primer grupo llegaron a provocar un cierre total de más de 400 comercios del barrio de la Cruz del Humilladero el lunes 23 de noviembre de 1986. Los comerciantes montaron en cólera unas semanas antes porque los drogodependientes pillaban en varios narcopisos de la zona y cuando no disponían de suficientes pesetas arramplaban con todo lo que pillaban.

Tanto que una tienda de electrodomésticos que acababa de inaugurarse en el barrio cerró sus puertas antes de la primera semana de apertura. Un cartel dejaba claro el porqué: “Cierre por robo total”.

A los del segundo grupo, les gusta parecerse a lo que han visto en películas y sus delitos se han perfeccionado porque con la llegada de la tecnología la policía lo tiene algo más fácil a la hora de investigar este tipo de delitos.

La evolución de los bandoleros la sufrieron en los años 1979 y 1980 los empleados que trabajaban en el tren de Correos que fue asaltado en tres ocasiones. Ocurrió en el mismo trayecto Málaga-Madrid.

La primera vez, el 24 de agosto de 1979, cuatro tipos armados con pistolas lograron detener el tren llegando a Pizarra. Lo realizaron tras amenazar al maquinista y a los trabajadores de la seguridad del vagón blindado donde se transportaban valijas con un valor desconocido.

La banda logró llevarse 5 valijas tras salir a pie del tren, pero algún problema les ocurrió y dejaron abandonado el botín en un camino rural.

El mismo tren fue víctima de un robo similar el 23 de julio de 1980 y justo al día siguiente también. El objetivo del día 23 fue el trayecto Málaga-Madrid y el del día 24 Madrid-Málaga. En esas 2 últimas ocasiones robaron decenas de millones de pesetas.

También en ese agosto de 1980 en el edificio de Correos de Torremolinos sustrajeron un furgón que el segundo sábado del mes realizó un trayecto por oficinas bancarias de toda la Costa del Sol recogiendo divisas extranjeras, la mayoría dólares.

El botín se estimó en 200 millones de pesetas, unos de los más grandes de la época en España. Los ladrones lograron acceder al sótano de Correos donde pudieron tomar desprevenidos a los empleados que se encargaban de custodiar el furgón.

Aquellos bandoleros de trenes de vagones y furgones blindados tienen unos primos-hermanos en Cerdeña y Puglia, Italia. En esas dos regiones italianas hay bandas completamente profesionalizadas en asaltos de furgones blindados en trayectos entre municipios.

En esos vehículos se transporta dinero efectivo o joyas, pero sobre todo están interesados en el transporte de dinero hacia entidades bancarias que realicen pagos de pensiones. En el cometido utilizan armamento militar, explosivos, maquinaria robada y cualquier estrategia que logre detener a un furgón blindado en carretera.

Esta semana la policía italiana en Nuoro (Cerdeña) logró desarticular a una banda que intentó atracar el pasado 15 de agosto un blindado. Es una pequeña victoria porque están ocurriendo asaltos de película cada 2 ó 3 meses en el país transalpino.

Y, sin duda, el atraco más espectacular del siglo XX en la provincia de Málaga ocurrió a las 8 de la mañana del 30 de agosto de 1999. A esa hora llegó a la terminal de carga del aeropuerto de Málaga un furgón blindado de Ausysegur, luego absorbida por Securitas, cargado de divisas y diamantes valoradas en 537 millones de pesetas.

Por casualidades de la vida una banda de atracadores internacionales sabía perfectamente que a aquella hora se trasladaría ese capital a dos vuelos; el efectivo se dirigía para Zurich y las piedras preciosas para Frankfurt.

En el traslado del tesoro desde el vehículo al interior de la terminal de carga aparecieron 5 encapuchados armados con subfusiles y fusiles de asalto, una potencia de fuego que amedrentó a la seguridad privada del recinto aeroportuario.

Y tal y como se podía esperar lograron su objetivo: atracar más de 500 millones de pesetas. Por ello, la seguridad de ciertos transportes de gran valor se modificaron en España porque existían muchísimas vulnerabilidades que podía explotar cualquier organización criminal.

Sin llegar al año del suceso se detuvieron a una serie de sospechosos a los que llamaron el Dream Team. Eran criminales bregados en Francia que también fueron sospechosos de otros asaltos a furgones blindados y a transportes de divisas en aeropuertos europeos.

Uno de los supuestos capos era Daniel Sallanger, un tipo que fue absuelto de varios casos sonados. Entre ellos el asalto a un avión en el aeropuerto de Perpignan y también la Policía Española lo vinculó con el robo de la terminal de Málaga, aunque al final cayó por un robo menor como son las detonaciones en cajeros automáticos.

En 2020 el tribunal penal de Puy-de-Dôme le condenó a 6 años de cárcel por ese robo en La Monnerie-le-Montel en 2015. Cayó antes por un arsenal de armas en 2017, a pesar de eso se libró de las sospechas por su participación en robos de películas.

Con guante blanco

La presencia de una nueva banda de ladrones de bancos en Málaga se constató con el robo de 16 cajas de seguridad en el BBVA de la avenida Andalucía. Los autores estuvieron más de una hora decidiendo qué cajas robar, allí sólo el cliente sabe qué guarda.

Estos ladrones sólo usan tarjetas magnéticas duplicadas para acceder a la zona resguardada para clientes ya que esta habitación está contigua al banco y para entrar en ella se accede por una puerta diferente a la habitual.

De estos últimos ladrones de bancos fue interceptado uno con más de un millón de euros en la mochila, el otro sigue libre. Probablemente pensando dónde será el próximo palo.