Una playa de la Costa del Sol llena de alga asiática.

Una playa de la Costa del Sol llena de alga asiática.

Málaga

Playas invadidas, pesca afectada y soluciones verdes en marcha: las consecuencias del alga asiática en la Costa del Sol

Más de 4.900 toneladas han sido retiradas en lo que va de año por la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol.

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Llegó en 2016 al estrecho de Gibraltar y de ahí se metió en el Mediterráneo y, lógicamente en la costa malagueña. No solo llegó para quedarse sino que lo ha invadido todo.

Es el Rugulopteryx okamurae, más conocido como alga asiática. Los científicos afirman que es prácticamente imposible erradicarla porque tiene una gran capacidad reproductora, llegando a encontrarse esquejes incluso a 200 metros de profundidad donde no hay luz y no puede hacer la fotosíntesis.

Entre las causas de su proliferación está, por ejemplo, la disminución de la posidonia oceánica. También le complica la vida a los pescadores porque al echar las redes el alga se lía entre ellas y dificulta la pesca.

Desde el punto de vista de los bañistas, locales o turistas, tampoco es agradable meterse en un mar lleno de algas. No es peligrosa y se puede coger, aunque no se debe comer porque tiene toxinas.

Los expertos ya han alertado en varias ocasiones sobre la invasión de esta alga. Y la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental da datos.

En lo que va de año, de enero a agosto, ha tratado 4.903 toneladas de algas asiáticas en el Complejo Ambiental Costa del Sol.

La mayoría proceden de Estepona (2.387 toneladas), seguida de Manilva (1.314), Marbella (1.076) y Casares (127). Otros ayuntamientos las están gestionando al margen de la Mancomunidad.

Algas en el centro de tratamiento de residuos

Algas en el centro de tratamiento de residuos

“La presencia masiva de algas asiáticas en nuestras costas es un fenómeno que, lamentablemente, se ha intensificado en los últimos años. Desde la Mancomunidad hemos reforzado la coordinación con los ayuntamientos para actuar con rapidez y eficacia, minimizando el impacto en nuestras playas y en la experiencia de vecinos y visitantes”, afirma Manuel Cardeña, presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental.

Cardeña detalla que “estas algas se están tratando de forma conjunta con los residuos orgánicos recogidos selectivamente y la poda para obtener un compost de calidad, que se cede gratuitamente a los ayuntamientos mancomunados. Estos, a su vez, pueden utilizar este material para el abono de zonas verdes y jardines de los municipios, alcanzado así la plena circularidad de este residuo”.

Cuando se cierra una puerta se abre una ventana y, al menos, estas algas están sirviendo para alimentar las zonas verdes.