Camareros de El Tintero.

Camareros de El Tintero.

Málaga

El Tintero, el restaurante que nació del tinte de las redes: “Nunca se va a perder la subasta, es nuestra esencia”

Un viaje por la historia de cuatro generaciones que siguen con la misma ilusión desde el primer día, demostrando que todavía hay negocios familiares en Málaga.

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Francisco Sánchez
Publicada

Cuando uno piensa en Málaga, la mente evoca imágenes de sol, playas y, por supuesto, una gastronomía inconfundible. En este lienzo de sabores y tradición, un nombre resuena con una fuerza especial en el momento en que preguntas sobre un restaurante al que ir a comer pescado a pie de playa. 

El Tintero, situado en el popular barrio de El Palo, es un establecimiento que es mucho más que un restaurante de pescado y marisco. En realidad, es un auténtico fenómeno social y cultural que ha sabido mantener viva la esencia marinera de la ciudad a lo largo de cuatro generaciones.

La historia de El Tintero, tan singular como su servicio, se remonta a un bisabuelo almejero que, en una época donde las redes eran de algodón, encontró en el tintado de las mismas una forma de vida. Su "tintero" se convirtió en el punto de encuentro de los pescadores de la zona, un lugar donde las redes de nailon recibían un baño de tinte para prolongar su vida útil.

Sin embargo, la llegada de las redes de plástico de los japoneses obligó a un cambio de rumbo. Lejos de rendirse, el bisabuelo transformó el tintero en un pequeño bar, al que bautizó, de forma casi poética, con el mismo nombre. Así nació la leyenda.

La tradición continuó con la siguiente generación, de la mano del abuelo, quien mantuvo el bar con una oferta modesta pero honesta: 'cardillo' de pintarroja y tortillas de bacalao. Pero la verdadera revolución llegó con la tercera generación y una anécdota familiar que lo cambió todo. El nieto, a cargo del negocio, se vio desbordado un día por la cantidad de mesas y la lentitud del servicio.

Fue entonces cuando le dijo a su madre una frase que se grabaría en la memoria del lugar: "Tú fríes lo que te dé la gana, que yo lo vendo". Este momento de ingenio se tradujo en una subasta improvisada de platos que salían recién hechos, dando origen a la icónica "subasta de pescado" por la que hoy es mundialmente conocido El Tintero.

El Tintero

El Tintero Francisco Sánchez

Para el comensal, la experiencia de la subasta es una de las anécdotas más fascinantes que se narran en el local. Los camareros, con un ritmo frenético y a viva voz, "cantan" los platos, provocando un baile de manos alzadas que se extiende por todo el salón. Y lo más importante “Nunca se va a perder la subasta, es nuestra esencia”, confirma Nono, el antiguo propietario.

No es una subasta al uso, sino una forma de servir el pescado recién frito y garantizar que la clientela disfrute de los productos en su punto óptimo, evitando el desperdicio. Y aunque el sistema se mantiene, la magia se adapta: en las horas de menor afluencia, el personal toma nota y canta los platos directamente a la mesa para no perder la esencia de su servicio.

A pesar de que el estilo de servicio se mantiene inalterable, los productos han evolucionado para satisfacer a una clientela cada vez más diversa. Entre los platos más demandados se encuentran los boquerones "al tintero", la rosada, la paella, las gambas cocidas y una gran variedad de mariscos frescos como mejillones y almejas.

El Tintero

El Tintero Francisco Sánchez

El fenómeno de El Tintero no se detiene en su peculiar forma de servir la comida. El restaurante es un reflejo de la diversidad cultural de Málaga. Abierto desde las 12:30 del mediodía hasta las 23:30 de la noche, su cocina ininterrumpida atiende a la demanda de clientes de distintas nacionalidades que tienen horarios de comida dispares.

Desde el turista inglés que come a mediodía, hasta el árabe que lo hace a media tarde, El Tintero se ha convertido en un punto de encuentro para todos. Además, la empresa, consciente de los problemas de aparcamiento en la zona, ofrece un servicio de autobús lanzadera gratuito, una anécdota que demuestra el compromiso de sus propietarios por la experiencia del cliente.

El Tintero se alza como uno de los locales más queridos de Málaga, afianzando un lugar donde hay un arraigo histórico y familiar inconfundible. Como afirma uno de los herederos, “aunque los tiempos hayan cambiado, nuestra esencia sigue siendo la misma”.