Nita Carmona vestida de futbolista en un Carnaval de Málaga.

Nita Carmona vestida de futbolista en un Carnaval de Málaga. J. H.

Málaga

La primera futbolista en España, Nita Carmona, ya tiene una calle en Málaga: se disfrazaba de hombre para jugar

Se vendaba el pecho, se escondía el pelo en una gorra y se ponía ropa muy holgada. Cuando la pillaron le raparon la cabeza y la detuvieron por "alteración del orden público".

Más información: Esta es la historia de lucha de la malagueña ‘Nita’ Carmona, la primera jugadora de fútbol de España que ya tiene sello

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La selección española femenina de fútbol está triunfando. Ganó el Mundial y esta misma tarde jugará la semifinal de la Eurocopa ante Alemania.

Pero el fútbol femenino las ha pasado canutas hasta poder llegar a esta situación, a normalizar que hombres y mujeres puedan jugar al deporte más popular del mundo.

De hecho, todavía colea el infame beso de Luis Rubiales a Jenny Hermoso que lamentablemente eclipsó la histórica victoria en el Mundial.

No sabemos qué opinaría Nita Carmona de la situación actual del fútbol femenino, pero seguro que estaría orgullosa. Por los triunfos de la Roja y porque le han puesto una calle en Málaga.

Ana (Nita) Carmona es malagueña y es considerada la primera futbolista profesional en España. Nació el 16 de mayo de 1908 en el barrio de Capuchinos, murió con solo 32 años de tifus (en 1940) y el Ayuntamiento de Málaga ha informado este miércoles que ya hay una calle con su nombre en la zona de Fuente Olletas tras ser aprobado este reconocimiento hace dos años.

Su pasión por el fútbol le llegó viendo a marinos ingleses jugando en el puerto de Málaga, donde su padre trabajaba como estibador.

Su sueño era jugar a este deporte de manera profesional y llegó a hacerlo en el Sporting Club de Málaga. Pero sufrió lo indecible por ello. Las mujeres tenían prohibido practicar este deporte y tuvo que disfrazarse de hombre para poder hacerlo.

Se escondía el pelo en una gorra, se vendaba el pecho, usaba camisetas muy holgadas y pantalones que le llegaban hasta la rodilla.

Cuando la descubrieron le raparon el pelo e incluso la detuvieron por "alteración del orden público". Su padre la envió con sus tíos a Vélez-Málaga para evitar habladurías y problemas. Pero allí se puso a jugar en el equipo del municipio.

La llamaban Veleta por la rapidez con la que se cambiaba y pasaba de ser mujer a hombre y viceversa. Era centrocampista y dicen que era buena, mejor que muchos de sus compañeros. El año pasado Correos emitió un sello en su honor, entre otros homenajes locales.