Numerosas personas aguardan en la estación de trenes María Zambrano de Málaga por los retrasos producidos por una avería en La Sagra (Toledo) y que obligó a suspender la circulación de los trenes de alta velocidad entre Madrid y Andalucía en ambos sentidos.

Numerosas personas aguardan en la estación de trenes María Zambrano de Málaga por los retrasos producidos por una avería en La Sagra (Toledo) y que obligó a suspender la circulación de los trenes de alta velocidad entre Madrid y Andalucía en ambos sentidos. EFE/Daniel Pérez

Málaga

El último infierno en el AVE Madrid-Málaga: una odisea de 20 horas, calor asfixiante, aseos inutilizados...

Expertos señalan que los programas de conservación y renovación no se han adaptado a la significativa ampliación del uso de la red.

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Lejos quedan los días en los que el tren era un medio de transporte seguro, sinónimo de puntualidad y comodidad. La garantía de desplazarse de Málaga a Madrid, o viceversa, en tiempos marcados, desembarcando directamente en el centro mismo de la ciudad, se ha difuminado de manera clara en los últimos meses, en los que son numerosas las incidencias en la red ferroviaria.

La última, ocurrida en la tarde-noche del pasado lunes, tras un problema de suministro eléctrico en la catenaria entre Yeles y La Sagra, ha puesto de nuevo en evidencia las debilidades que presenta la actual infraestructura.

"Se ha ampliado significativamente el uso de la red y no se han adaptado los programas de conservación y renovación a la nueva situación", explica un experto ingeniero a EL ESPAÑOL de Málaga.

Otro experto consultado abunda en ello: "Hay un denominador común en los problemas que vivimos en las infraestructuras: el insuficiente mantenimiento, actual y también desde hace seis u ocho años".

El detalle no es menor. La misma infraestructura de Alta Velocidad que durante décadas ha dado servicio exclusivamente al monopolio de Renfe se ve sometida ahora a un incremento considerable en las circulaciones ferroviarias, dada la aparición de nuevos actores como AVLO, Iryo y Ouigo.

Cientos de personas esperan la salida de su tren en la estación de Atocha en Madrid este martes tras el anuncio de Adif de que los trenes con origen Madrid Puerta de Atocha-Almudena Grandes dirección sur no circularán, al menos, hasta las 08.45 horas.

Cientos de personas esperan la salida de su tren en la estación de Atocha en Madrid este martes tras el anuncio de Adif de que los trenes con origen Madrid Puerta de Atocha-Almudena Grandes dirección sur no circularán, al menos, hasta las 08.45 horas. EFE/ Isabel Poncela Laborda

Los datos oficiales constatan esta realidad. Atendiendo al informe emitido por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia a finales de junio, con datos del primer trimestre del año, en los primeros tres meses de 2025 la cifra de pasajeros en el corredor Madrid-Málaga/Granada se ha disparado un 14,5%, con un total de 1.246.828 pasajeros.

Historias que se repiten… cada mes

Trenes parados, calor asfixiante, aseos inutilizados... Y hasta 20 horas de odisea con turistas, escolares, trabajadores atrapados sin información, sin agua. Ese ha sido el resumen de la enésima gran avería ferroviaria que ha vuelto a colapsar el corredor sur, dejando a cientos de pasajeros a su suerte durante horas. Los testimonios que deja el caos son retrato de una situación que cada vez se repite más

Guillermo y Ana, una pareja de turistas argentinos, pasaban la mañana de este martes en la estación María Zambrano de Málaga. Tenían margen para volver a Buenos Aires en avión, pues iban a pasar un par de noches en Madrid, y aún así la incertidumbre pesaba.

"Gracias a que tuvimos previsión no vamos a perder el vuelo, pero si hubiéramos apurado, nos costaba una fortuna", contaba Guillermo, todavía con el billete en el bolsillo sin saber si podrían usarlo y dispuesto a coger un autobús o coche de alquiler como alternativa.

Llama la atención la visión de este viajero extranjero, quien cree que estas situaciones denotan que algo comienza a fallar en un país como España. "Ya lo vivimos hace veinte años en Argentina, esto es síntoma de que algo ocurre", lamentaba.

Otros, como David y Laura, no tenían la misma calma. Viajaban por motivos laborales y temían perder las reservas de hotel y otras conexiones. "A nosotros nos están esperando, no me voy a la piscina de vacaciones", criticaban.

La indignación crecía cuando intentaron buscar alternativas: "Hemos intentado coger un avión, pero nos piden el triple que anoche. Es un abuso", denunciaban los jóvenes.

Peor suerte tuvo Alejandro, un profesor que regresaba con sus 13 alumnos de un campamento en el norte del país. Quedaron atrapados en el tren durante la noche, sin aire acondicionado, con los baños colapsados y una oscuridad total. "Los chavales, de 17 años, intentaron sobrellevarlo con humor, cantando por Estopa. Pero con el paso de las horas los ánimos cayeron", relató.

Javier también recuerda su experiencia como una prueba de resistencia. Había salido desde Málaga rumbo a Madrid sin saber que llegaría a las cinco de la mañana. "Sorprendentemente, todo el mundo mantuvo la calma. Pero no nos dieron ni agua a todos, no había suficiente. A mí ni me llegó", criticó.

Aunque todo ha ido volviendo a la normalidad durante la jornada de este martes, una malagueña llamada Ana también ha vivido un día extraño.

Tras salir a las 05:48 desde Málaga, pensó que su tren iba a ir en tiempo… Hasta que se detuvo en Ciudad Real. "Nos dijeron que era por la catenaria, que aún estaban solucionando cosas. A las 10:30 se reanudó, pero poco después volvió a fallar", reconocía con resignación.

Al final llegó a su destino a las 13:00 horas, con la intención de regresar a última hora de este martes a la capital de la Costa del Sol.

La historia de estos pasajeros es la cruda realidad de una red ferroviaria cada vez más protagonista por las averías y las suspensiones. Durante horas han permanecido paralizadas las circulaciones en el corredor sur, afectando a trenes con origen o destino en provincias como Málaga o Sevilla.