Manifestación vecinal frente al Ayuntamiento de Álora.
La problemática del suministro de agua en Álora, una situación que se agrava con las fuertes lluvias: "La calidad es pésima"
Los vecinos piden una solución definitiva y el Ayuntamiento asegura que se trabaja para conseguir nuevos mecanismos que reduzcan la turbidez.
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La lluvia vuelve a causar estragos en la provincia de Málaga. Pese a que las intensas precipitaciones son clave para el crecimiento de los pantanos, algunos municipios se ven especialmente afectados por este aumento de agua, como es el caso de Álora.
Los vecinos de este municipio del Valle del Guadalhorce han visto como el suministro de agua de sus hogares se ha visto afectado desde el pasado lunes, con un corte total. Aunque el suministro ya se ha recuperado, el agua sigue sin ser potable a causa de la turbidez.
Se trata de una problemática que viene siendo común en los últimos episodios de intensas lluvias y danas, ya que las captaciones del municipio dependen al completo del río Guadalhorce. "La calidad del agua es pésima", aseguran diferentes vecinos, que se han manifestado a las puertas del Ayuntamiento para pedir más inversiones y una solución definitiva.
Las lluvias de los últimos días han generado un considerable arrastre de lodo, por lo que el Consistorio se ve obligado a cortar las bombas de suministro para prevenir la entrada de barro en las viviendas.
Estos últimos días han estado realizando labores de limpieza y al finalizar, procedieron al arranque de la bomba del Pozo de la Ermita en esta localidad del Valle del Guadalhorce. Tras ello, el agua ya está entrando al depósito y comenzará a llegar a las viviendas poco a poco.
Sin embargo, los vecinos denuncian que se trata de un problema que lleva existiendo años: "Cada dos años tenemos que cambiar termos, la grifería se atasca y los problemas estomacales son muy frecuentes", denuncia un afectado. "No bebo agua del grifo ni se la doy a mis mascotas", añade.
El río Guadalhorce tras las lluvias del pasado lunes.
Depuradora
Según fuentes municipales, esta situación se agrava con las lluvias, que cada vez son más intensas y provocan el desbordamiento del río Guadalhorce. La localidad ya cuenta con una depuradora, tal y como detallan, que se financia con cargo a los vecinos y al propio Ayuntamiento.
El objetivo del Consistorio es intentar eliminar la turbidez del agua a través de nuevos mecanismos, para evitar que el lodo y el barro se cuelen en el suministro y no se generen este tipo de problemas y cortes.
Tras la tormenta, el agua aunque está clorada, "sigue manteniendo turbidez", por lo que "no se debe usar para consumo humano (no puede ingerirse) hasta que no se le realicen todas las analíticas oportunas, por precaución". El agua de las fuentes sí es potable.