Una imagen de los dos titulares.
"¡Los reyes de San Andrés ya están en su templo!": Luz y Mar vive una jornada histórica en su barrio
Los Sagrados Titulares del grupo parroquial fueron trasladados anoche a la Parroquia Virgen del Camino, donde se les rendirá culto a partir de ahora.
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Lágrimas y abrazos de emoción tras muchos años de trabajo. "¡Los Reyes de San Andrés ya están en su templo!", decían algunos vecinos de la barriada de San Andrés de Málaga este viernes por la noche, tras finalizar la procesión extraordinaria del futuro grupo parroquial Luz y Mar, cuyos titulares fueron trasladados a la parroquia Virgen del Camino, su nueva sede canónica.
Esto supone un gran paso para la corporación, que sigue creciendo poco a poco desde que se creara en el año jubilar del 2000. A lo largo de la procesión se vivieron momentos muy emotivos entre los hermanos y vecinos del barrio, que no dudaron en salir a la calle a acompañar a las imágenes en un día tan especial: el Señor de la Luz y la Virgen del Mar.
La imagen del Señor procesionó en el trono de traslado que usa habitualmente el grupo parroquial, mientras que la Virgen del Mar procesionará en el trono de traslado de la Cofradía del Cautivo, que es un pilar fundamental siempre para la corporación. Una amplia representación de Cautivo y Trinidad estuvieron presentes en el traslado, así como representantes del Despojado y Encarnación de Dos Hermanas o del Colegio El Divino Pastor de Málaga, todas con una gran relación con Luz y Mar.
El Señor de la Luz estrenó una túnica lisa en terciopelo morado y la Virgen del Mar llevó por primera vez un puñal y un ancla, ambos elementos donados por un hermano. La asociación recorrió prácticamente todo su barrio, aunque hubo puntos especialmente emocionantes como el de la calle Cancho Pérez, donde hubo petaladas que corrieron a cargo del Grupo Joven del Cautivo, así como en la calle Hoyo Higuerón, esta realizada por la propia asociación parroquial.
Entre lágrimas de emoción, el encierro se produjo sobre las once de la noche, cuando el reverendo padre Don Pablo Márquez les abría las puertas de su casa, la parroquia Virgen del Camino de Málaga, a las imágenes, dando así por finalizada una jornada histórica para la barriada de San Andrés, que a partir de ahora tendrá a sus devociones en un templo y no a pie de calle, como solían estar en su oratorio.