Álvaro Folgueiras recogiendo la plata envuelto en la bandera de El Palo.

Álvaro Folgueiras recogiendo la plata envuelto en la bandera de El Palo. FEB

Málaga

Álvaro Folgueiras, orgullo de El Palo: "Me implantaron desde bien pequeño los valores del baloncesto"

El club puede presumir de que todo un subcampeón del mundo u17 lleve "por bandera" lo aprendido en las pistas del Valle Inclán.

14 julio, 2022 05:00

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Álvaro Folgueiras es un malagueño, que, con 17 años, ha llegado a lo más alto del baloncesto español e internacional en su categoría: ha sido subcampeón del mundo con la selección española u17 el pasado fin de semana en su Málaga natal. Su pasión por el baloncesto comenzó cuando apenas tenía cuatro años. Empezó a jugar en su colegio, en Parque Clavero, donde dio con Inma Gómez, la que vio potencial en él y le recomendó que fuera al club de baloncesto El Palo.

Folgueiras es consciente de todo lo que El Palo le ha dado: “Me implantaron desde bien pequeño todos los valores que requiere este deporte y bueno, al final, recibí una educación, deportivamente hablando, bastante sólida”, cuenta en declaraciones a este periódico. Andrés Sánchez, actual coordinador y gerente de El Palo, reconoce que “Álvaro lleva sus valores por bandera”. De hecho, recogió la plata del campeonato del mundo envuelto en la bandera paleña.

“De lejos ya veías que sobresalía un niño de entre los demás”, cuenta Sánchez sobre los inicios de Folgueiras, hablando su altura. “Él llamaba la atención. Lo primero por su físico, pero después es verdad que tenía intensidad, ganas de jugar y (…) una gran coordinación”, así describe Sánchez al ala-pívot que El Palo vio crecer.

Desde los seis a los doce años, Folgueiras disfrutó toda su etapa de minibásket en el club paleño. Admite que allí tuvo “muchas experiencias bonitas”. Cuenta cómo tuvieron “en la mano” llegar al campeonato de Andalucía: “Nos empataron en el último segundo para ir a la prórroga. Yo estaba expulsado con cinco faltas, y bueno, al final no pudimos ir al campeonato”. Álvaro considera que hubiese sido “una suerte” haberlo logrado.

Más tarde, se interesaron por él en Los Guindos. El ala-pívot vivió su salto a canasta grande de la mano de la cantera cajista, a la que se unió en su primer año de preinfantil. En Unicaja ya conocía a muchos de sus compañeros: “El núcleo principal del equipo preinfantil de cantera es de la selección malagueña”.

En el Unicaja, Álvaro ha podido sentirse como en casa, compartiendo banquillo con compañeros que también compitieron por primera vez en las pistas del Valle Inclán. “La presencia de jugadores de El Palo en cantera de Unicaja siempre existe, es abundante y siempre va a existir”, explica con orgullo.

A pesar de estar en la élite baloncestística española, Álvaro es humilde y trabajador. Así lo demuestra cuando, en alusión a su alto porcentaje en tiros de tres (58’3%) durante el campeonato del mundo, hace hincapié en su esfuerzo: “Sabía mi trabajo y sabía que en el triple iban a estar muchos de mis puntos”.

Otro paleño con el que Folgueiras ha podido compartir banquillo es Chiki Gil, que ha sido parte del cuerpo técnico de la selección española sub17 durante el campeonato del mundo. Álvaro cuenta que con Chiki tiene “una gran relación”, y que “siempre se agradece tener una cara tan conocida, de tantos años, cerca”. Y sentencia con una frase: “Contento y orgulloso de todo lo que El Palo puede aportar a la selección”.

Si algo tiene claro, es que “el baloncesto es mucho más que un deporte”. Aunque parezca un tópico, el paleño lo siente realmente: “El baloncesto es familia, el baloncesto es compañerismo, es la vida. Y quien diga que no, puede saber mucho de baloncesto, pero de la vida no sabe nada”.

Cuando se le pregunta por el futuro, resopla a través del teléfono y evita la pregunta: “Ha sido una temporada muy larga en la que he disfrutado un montón y ahora toca estar de vacaciones y pasar tiempo con la familia”. Según adelantó Diario Sur, sus próximos pasos los dará en un high school en Estados Unidos, donde volverá a poner en valor todo lo aprendido en aquellas canchas del Valle Inclán.