Maricarmen, vecina de Sainz de Baranda, ante un espejo. Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid
"Maricarmen se queda": movilización en el Retiro para evitar un desahucio tras 70 años viviendo con renta antigua
La última vecina de Sainz de Baranda resiste ante una sentencia del TS que dio la razón a Urbagestión Desarrollo e Inversión S.L, propietario del edificio.
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Desde la ventana de su piso en Sainz de Baranda, Maricarmen ha visto cambiar el barrio, en el distrito de Retiro, durante casi setenta años. Entró en aquella casa en 1956, cuando su padre firmó un contrato de renta antigua que parecía asegurarle un hogar para toda la vida.
Hoy, a los 87 años, se enfrenta a un desahucio tras una sentencia del Tribunal Supremo que respalda a la empresa propietaria. El Sindicato de Inquilinas ha convocado movilizaciones para intentar detenerlo bajo el eslogan "Maricarmen se queda".
El origen de su vínculo con la vivienda se remonta al régimen de alquiler protegido que su padre firmó en 1956, el cual garantizaba rentas asequibles y derecho de subrogación familiar. Tras su fallecimiento, se subrogó en 1961 a su mujer. Y, en 2005, a Maricarmen, quien durante dos décadas ha mantenido una renta actualizada conforme al IPC y al IBI, en torno a 440 € mensuales.
Maricarmen lleva 70 años en su casa del barrio de Retiro. Urbagesa compró la vivienda y quiso subirle el alquiler a 2.650 €, cuando su pensión es de 1.400 €.
— Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (@InquilinatoMad) October 17, 2025
Ha resistido defendiendo su hogar y el derecho a la vivienda. A sus 87 años, quieren desahuciarla el 29 de octubre⚠️ pic.twitter.com/4D4nMu8Tnp
Esa estabilidad cambió cuando el edificio fue adquirido por Urbagestión Desarrollo e Inversión S.L., un fondo inmobiliario que compra fincas antiguas para reformarlas y alquilarlas a precios de mercado.
Aunque el desahucio es reciente, el conflicto empezó antes: según el Sindicato de Inquilinas, la empresa lleva presionando a Maricarmen desde 2020, con burofaxes, omisiones de mantenimiento y propuestas de mudanza temporal mientras se reformaba el edificio.
Subida del 275%
En 2024, Urbagestión notificó una subida del 275% del alquiler, fijando una nueva renta de 1.650 € mensuales. Alegó que se trataba de una "oferta" por debajo de los 2.650 € a los que ya se alquilan otros pisos del bloque, recién reformados. Pero con una pensión de 1.450 €, asumir tal incremento era inviable para Maricarmen.
La vecina acudió a los tribunales, donde inicialmente ganó el juicio: un juzgado reconoció su derecho a seguir en la vivienda. Sin embargo, Urbagestión recurrió hasta el Tribunal Supremo, que falló en marzo de 2025 a favor de la empresa.
El fallo estableció que la segunda subrogación, de madre a hija, no cumple los requisitos legales, ya que solo se permitiría durante dos años o si se acredita una discapacidad del 65% o más. Maricarmen tiene reconocida un 50 %, insuficiente según la ley actual.
Colectivos vecinales y juristas sostienen que el Supremo ignoró un precedente esencial: la primera subrogación en favor de la madre respondió a las leyes franquistas que impedían a las mujeres figurar como titulares de contratos. En consecuencia, la de Maricarmen debería considerarse la primera subrogación legítima, y su desalojo es un ejemplo de cómo persisten en la práctica normas discriminatorias contra las mujeres y las personas mayores.
Movilización
A pesar de la resolución judicial, Maricarmen ha decidido resistir. Continúa pagando los 440 € originales y está dispuesta a depositar esa cantidad en el juzgado si la empresa se niega a aceptarla. Lo hace dentro de la estrategia #NosQuedamos, impulsada por el Sindicato de Inquilinas para oponerse a lo que llaman "desahucios invisibles" y subidas de alquiler abusivas.
En apoyo a Maricarmen se han convocado dos actos: un pasacalles el lunes 27 de octubre desde la Biblioteca Eugenio Trías, en el Retiro, y una concentración el miércoles 29 a las 8:30 h frente al número 46 de la calle Alcalde Sainz de Baranda, donde está prevista la ejecución del desahucio.