Prisión de Alcalá Meco.

Prisión de Alcalá Meco. Europa Press

Sociedad Sucesos

Un preso de Alcalá Meco ataca a puñetazos y mordiscos a varios trabajadores: "Soportamos agresiones cada 16 horas"

Según la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias, los hechos sucedieron el pasado domingo 28 de septiembre.

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La violencia vuelve a estallar en el interior de los muros de la prisión madrileña de Alcalá Meco. Esta vez, el protagonista ha sido un interno de apenas 21 años que, según relatan los funcionarios, arremetió a base de puñetazos y mordiscos contra varios trabajadores.

Así lo explica la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP-UGT) en una nota de prensa difundida tras lo ocurrido.

En el comunicado, la organización sindical alerta del "riesgo constante" al que están expuestos los trabajadores, que carecen de medios de protección adecuados y se ven obligados a improvisar para contener ataques de internos cada vez más violentos.

Estos hechos sucedieron en el módulo de aislamiento de la cárcel de Alcalá Meco el pasado domingo 28 de septiembre.

Allí, el joven recluso se enfrentó a los trabajadores cuando estos intentaban realizar una intervención rutinaria.

En cuestión de segundos, la situación se tornó en una pelea violenta: el interno lanzó varios puñetazos y terminó mordiendo a uno de los funcionarios, que tuvo que ser atendido por los servicios médicos. Otros compañeros también resultaron lesionados en el forcejeo.

Según explican desde ACAIP en un comunicado, este nuevo episodio vuelve a poner sobre la mesa la falta de personal y de recursos materiales en los centros penitenciarios, donde los trabajadores se ven superados en número y sin medidas de defensa personal.

"No se trata de hechos aislados, sino de una sangría continua que erosiona la seguridad y la salud de los profesionales", advierten.

Una escena que, más allá del suceso concreto, sirve de ejemplo del clima de tensión que denuncian los sindicatos: "Cada 16 horas, de media, un funcionario de prisiones en España sufre una agresión en acto de servicio".

La organización insiste en que las agresiones no solo tienen un impacto físico inmediato, sino también psicológico, con funcionarios que acumulan bajas laborales por ansiedad, estrés postraumático y depresión.

Reclaman la catalogación de los empleados de prisiones como agentes de la autoridad, así como la implantación de protocolos más estrictos para internos violentos.

Además, indican que este tipo de incidentes son a menudo protagonizados por internos con patologías psiquiátricas que requieren de un abordaje distinto que no convierta las prisiones en centros de atención psiquiátrica.

Explican que ni los trabajadores penitenciarios ni las infraestructuras están preparadas para abordar este tipo de problemas que van aumentando con el paso del tiempo.