Este hombre intenta sobrevivir en la capital.

Este hombre intenta sobrevivir en la capital. Telemadrid

Sociedad

Así sobrevive Fernando, un indigente de Madrid en plena ola extrema de calor: "La calle es muy mala y la noche más"

Este sintecho intenta sobrevivir a las altas temperaturas que asolan la capital gracias a la ayuda brindada por el Ayuntamiento en un refugio climático.

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Fernando sabe que cuando el calor aprieta, la calle puede convertirse en una trampa peligrosa. "Es la primera vez que me encuentro en esta situación, llevo un mes, desde el día 10 durmiendo en la calle, estamos durmiendo desde el día 10 en urgencias del 12 de octubre más que nada por la seguridad", cuenta con voz cansada pero firme.

Y es que como tantos otros, este indigente intenta sobrevivir a una ola de calor que azota Madrid con temperaturas que ya superan los 40 grados.

Durante el día, busca la sombra y trata de mantenerse hidratado como puede. Pero por la noche, la cosa se complica aún más. "La calle es muy mala y la noche más", dice dejando ver que el calor no da tregua.

Los días están siendo complicados para todos.

Los días están siendo complicados para todos. Europa Press

No hay descanso ni tranquilidad, sin embargo, en medio de esta situación, Fernando ha encontrado un pequeño respiro gracias al Samur Social.

Así lo cuenta en Telemadrid, donde sin estar orgulloso de su situación, se muestra algo más tranquilo de poder haber encontrado un refugio donde resguardarse de estas temperaturas insoportables.

Y es que el Ayuntamiento de Madrid ha habilitado en la carrera de San Francisco un refugio climático donde personas sin hogar pueden escapar, aunque sea por unas horas, del calor abrasador que inunda a la capital.

Allí, pueden encontrar sombra, agua, comida y un sitio seguro para descansar. Fernando lo agradece, sabe que hoy, al menos, podrá estar fresco, hidratado y comer algo que le está preparando el equipo.

Todo el país está en alerta.

Todo el país está en alerta. Telemadrid

Raquel, una de las responsables del servicio, explica la urgencia de esta medida: "Hemos habilitado una sala que tenemos de descanso para evitar durante aquellas horas centrales situaciones de riesgo por el calor".

Y es que para personas como Fernando, una jornada de calor extremo, además de ser incómoda, puede llegar a ser incluso mortal.

Golpes de calor, deshidratación o agotamiento son algunos de los riesgos reales más comunes cuando se vive en la calle en estas condiciones y no hay dónde refugiarse.

Es por ello que el refugio estará operativo hasta el 31 de agosto. Allí, además de encontrar un lugar fresco, también recibirán alimentos ligeros y adecuados para las altas temperaturas, como gazpacho, sándwiches fríos o yogures.

Además, pueden ducharse, lo que también supone un alivio físico y mental para estas personas que viven en la calle, donde mantener la higiene es esencial para su salud y bienestar.

Una iniciativa gracias a la que ellos también podrán evadirse, al igual que nosotros hacemos en casa con un ventilador o el aire acondicionado.