Un pasajero de Barajas, no se contiene ante la vuelta de los indigentes a la terminal: "Son una mala imagen para España"

Maletas, carros, turistas... y al otro lado de la acera, una fila de personas sin hogar tumbadas en los bancos del exterior.

Esta es la imagen con la que se encuentran muchos viajeros al llegar a la Terminal 1 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas desde el pasado jueves.

Y es que Aena ha tomado la decisión de reforzar la seguridad de las instalaciones y ha expulsado del interior a los indigentes que pasaban las noches allí, pero lejos de desaparecer, muchos se han quedado en los alrededores.

Los indigentes ocupan la zona exterior. Cedida

"Puede ser incómodo para los turistas que vienen, además de ser una mala imagen para España", se queja Adrián, un pasajero que no oculta su malestar mientras espera a coger su vuelo para marcharse de vacaciones.

Este joven cordobés viaja con sus amigos al norte y al llegar a Barajas se ha encontrado con una escena que le resulta algo más que chocante. "Había mucha gente fuera. Estaban tranquilitos allí durmiendo, había grupos de 10-12 personas que sí que estaban juntos y los demás estaban en los bancos de la entrada, tumbados cada uno en uno", relata a Madrid Total.

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Y es que, aunque la decisión de Aena de desalojar a los sintecho del interior del aeropuerto se ha acompañado de la habilitación de un centro de acogida por parte del Ayuntamiento de Madrid, muchos han optado por no acudir a ese recurso y quedarse en el entorno del aeropuerto.

Ya sea por desconfianza, incomodidad o simplemente por cercanía, la realidad es que la acera ha vuelto a convertirse en su refugio nocturno.

Exterior de la Terminal. Cedida

A pesar de que la concentración de indigentes que la empresa pública ha intentado evitar sigue estando presente, Adrián detalla que están allí "sin dar guerra, y no se les veía borrachos ni nada".

Sin embargo, aclara que esta buena situación se debe a que "los guardias están allí toda la noche vigilando por encima de que ninguno haga el canelo".

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Confiesa que no vio comportamientos peligrosos ni ningún tipo de consumo. "No se veían botellas de alcohol ni sustancias tóxicas cerca de ellos", explica.

Pero, al igual que a muchos otros, lo que más parece incomodarle, es la imagen que esto proyecta en un lugar tan transitado como es este aeropuerto internacional: "Son visualmente molestos, pero no peligrosos".

Asimismo, confirma que "dentro de la terminal no había nada y si entras por arriba ni los ves". Sin embargo, recuerda que los que pasan por la entrada principal no les queda otra que cruzarse de lleno con una realidad difícil de ignorar.