Imagen de archivo de un piso destrozado.

Imagen de archivo de un piso destrozado. Istock

Sociedad

Muere una pensionista víctima de okupación y nadie quiere su piso de Madrid: "Esto ha sido un caos sin precedentes"

Dolores falleció en 2014 sin herederos, una situación que ha generado un problema para sus vecinos desde el momento en el que han okupado su piso.

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Dolores, como muchas pensionistas en España, vivía sola en su piso del Paseo de los Jesuitas, en el distrito de Latina. Falleció en 2014 sin dejar herederos y, al no haber nadie que reclamara su vivienda, el piso quedó vacío.

Cinco años después de su muerte, en 2019 un grupo de okupas entró en la casa con la intención de quedarse a vivir allí. Desde entonces, los vecinos han vivido una pesadilla que parece no terminar. Nadie ha querido hacerse cargo del piso, ni siquiera el Estado, y la situación se complica cada vez más.

Per Rydén, presidente de la comunidad de vecinos, vive justo debajo del piso y afirma que esto "ha sido un caos sin precedentes". Explica que no pueden más y que, "durante los últimos tres años que he tratado de vivir aquí, no lo he podido hacer porque ha sido imposible".

La casa está destrozada

Y es que además de usurpar la vivienda, el problema es que los okupas no son personas tranquilas. Estos residentes ilegales, que han echo polvo el piso, son un grupo conflictivo, violento y con vínculos muy arraigados en el mundo de la droga.

Durante estos años, los vecinos han tenido que lidiar con amenazas, ruidos por la noche, fiestas, trapicheos, y una sensación constante de inseguridad.

Los vecinos están hartos.

Los vecinos están hartos. Telemadrid

Según asegura Per, "es imposible dormir, tener una vida normal...porque la gente que vive aquí con el estilo de vida que tienen ellos, pues viven de noche, entonces ha sido una situación de mucho miedo, mucha preocupación constante", cuenta sin tapujos en Telemadrid.

Incluso recuerda cómo una noche llegaron a quemar los buzones del edificio debido a "un ajuste de cuentas": "Un vecino de abajo tuvo que apagar el fuego".

Según afirman saber, el líder del grupo es Cristian, un narcotraficante conocido por todos en el edificio. "Sabemos perfectamente quién es el narcotraficante, sabemos cómo se llama", asegura Per.

Sin embargo, explica que hace tiempo que dejó de verse por la zona, y se sospecha que está en prisión tras una redada que hizo la Policía Nacional hace un par de semanas.

Los buzones que salieron ardiendo.

Los buzones que salieron ardiendo. Telemadrid

Desde entonces, la situación ha estado algo más tranquila, aunque el piso confirman que sigue okupado. "Hasta anoche no habíamos visto luz en el piso", comenta preocupado.

El gran problema es que, al no haber un heredero, nadie del edificio puede hacer nada legalmente. "Todo está basado en la legalidad de la propiedad privada, lo que pasa es que, en situaciones como la nuestra, cuando no hay propietario, todo se vuelve muchísimo más complicado", explica Per. Pues, cada vez que intentan denunciar o mover algún trámite, les responden que solo puede hacerlo el dueño, pero aquí, simplemente, no hay.

Los vecinos aclaran que en España, si nadie informa de que una persona ha muerto, el proceso se detiene. "Aquí todo depende de una denuncia por parte de un ciudadano, que tiene que comunicar al Estado que la persona ha fallecido, y si nadie lo hace, pues, no pasa nada".

Así que parece que no les queda otra que esperar el tiempo que establezcan los trámites, aunque tal y como afirma Per con resignación, "aquí ya tenemos material para una película". Mientras tanto, el piso de Dolores sigue siendo un problema sin dueño… y sin solución.