
"Alquilar media cama", el último recurso de muchas familias de Madrid para sobrevivir, según Cáritas
Un informe de Cáritas explica la situación que ha provocado el precio de los alquileres y la precariedad laboral. En 2024 atendieron a 106.382 personas.
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En Madrid, la subida imparable del precio de la vivienda y la precariedad laboral han llevado a muchas familias a comprar una cama para cubrir a más de un miembro: madres con sus hijos amontonados en un mismo colchón.
Así nace la práctica del "alquilar media cama", como la denominó Cáritas durante la presentación el pasado miércoles de la memoria anual: un gesto de supervivencia que la ONG ha escuchado de labios de quienes pagan por una sola plaza para cobijar a tres.
Cáritas Diocesana de Madrid revela que en el año 2024 hasta 106.382 personas acudieron a la entidad en busca de un refugio contra la urgencia de no quedarse sin techo.

Presentación de la memoria anual de Cáritas Diocesana de Madrid.
De ese conjunto, el 30% son menores obligados a compartir espacio en habitaciones compartidas porque sus familias no pueden asumir el coste de una vivienda propia.
Esta realidad refleja la precariedad en la que crecen y la falta de alternativas asequibles que eviten la falta de espacio suficiente.
Casi la mitad de quienes tocaron por primera vez la puerta de Cáritas lo hicieron en situación de quiebra: un 44 % se estrenó en 2024 pidiendo ayuda cuando ya no le fue posible cubrir gastos tan básicos como luz, comida y, sobre todo, vivienda.
En Madrid existe una grieta profunda: el 21,2 % de sus habitantes vive en riesgo de pobreza o exclusión (tasa AROPE) y el índice de Gini alcanza el 31,8 %, la desigualdad más acusada de España.
Dos fuerzas convergen para empujar a estas familias a compartir habitación ajena: por un lado, el precio de la vivienda, que se ha duplicado en la última década, un muro que excluye a los más vulnerables. Por otra parte, la precariedad laboral mantiene empleos que no garantizan una estabilidad real.
En ese escenario, las familias monoparentales (un 24% del total), numerosas y migrantes aparecen con mayor frecuencia en los listados de quienes recurren a Cáritas, colectivos cuyas tasas de pobreza superan la media regional. Añade que el 57% son mujeres.
58% para alojamientos
En 2024, Cáritas entregó 25.796 ayudas por un importe de 7.433.721 €. El 58% se destinó a alojamientos temporales o vivienda, el 32 % a cubrir necesidades básicas y el 10 % restante a otros apoyos. Este volumen de atención solo fue posible gracias al trabajo de 9.323 personas voluntarias y al respaldo de 24.268 donantes, que aportaron la mayor parte del presupuesto.
Según Carmen Polo, directora adjunta de Cáritas en Madrid, "hay una gran cantidad de niñas y niños" creciendo en contextos de pobreza, lo que "afecta gravemente a su desarrollo y a su futuro".
Polo ha advertido de que "aunque existen datos macroeconómicos que pueden dar sensación de progreso, no está llegando por igual a todas las personas. La brecha social es cada vez más intensa, con gente más rica y gente más pobre, y no podemos dejar a nadie atrás".
Durante la presentación, Cáritas Madrid destacó su trabajo en un proyecto de atención a personas mayores en soledad no deseada, atendiendo a más de 1.000 beneficiarios, con voluntarios como María José Serrano estableciendo vínculos en las visitas.
Además, impulsó el proyecto San Felipe Neri para personas sin hogar con problemas de salud mental, en coordinación con las Cáritas parroquiales, ofreciendo espacios de descanso, talleres y búsqueda de recursos.
También amplió su oferta de alojamientos temporales, pisos de acogida y ayudas económicas para hacer frente a la crisis de la vivienda.