
Panorámica del Valle
El increíble secreto de los neandertales que se encuentra en la sierra de Madrid: "Es un ejemplo único en el mundo"
Este enclave natural de la región tenía las características perfectas para acoger asentamientos estables hace 90.000 años.
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Hace 90.000 años en Madrid ya existía un lugar en el que todos los humanos querían vivir, aunque en este caso eran neandertales. Un valle ubicado en plena sierra fue el lugar ideal para estos asentamientos y podría decirse que era el "barrio de moda" de la época.
El Valle Alto del río Lozoya fue hogar de nuestros antepasados de forma continuada y esto se debe a sus excepcionales condiciones de vida, que convirtieron a este yacimiento en la zona predilecta para los humanos de miles de años.
Un nuevo estudio de la Universidad Complutense de Madrid, que ha analizado la disponibilidad de alimentos en la zona, ha concluido que este yacimiento era uno de los mejores de la Península Ibérica en cuanto a calidad de recursos, e incluso de todo el mundo. Este lugar era el secreto de su supervivencia continuada sin tener que recurrir a un estilo de vida nómada.
El gran secreto
No es casualidad que los neandertales eligiesen este rincón madrileño como su hogar, la zona tenía una característica única que garantizaba su supervivencia: la fauna. Los recursos cárnicos hacían de la periferia de la Cueva de Camino (ubicada en la actual Pinilla del Valle) el lugar idóneo para este asentamiento.
Gamos, jabalíes, castores, caballos y otros grandes herbívoros como el uro y el rinoceronte estepario habitaban la zona, convirtiéndola en un paraíso para nuestros antepasados cazadores.
La productividad de los animales permitía que los neandertales pudiesen hacerlo de forma estable, sin necesidad de desplazarse de un lado para otro para conseguir alimentos. En concreto, este poblado, se estima, estaba formado por un grupo de 34 neandertales.
El Valle Alto del río Lozoya es un lugar aislado. Esta situación, sumada a la gran biomasa de herbívoros que habitaban la zona, convertían este enclave "en un buen cazadero para los neandertales, los leones de las cavernas y otros depredadores". Así lo explica Enrique Baquedano, responsable de la excavación y director del Museo de Arqueología y Paleontología de la Comunidad de Madrid.
Aunque estuviesen apartados, esto no impedía que se relacionaran con otros neandertales asentados en los territorios vecinos. "Un grupo con tan pocos adultos no es genéticamente viable por el exceso de consanguinidad", afirma Juan Luis Arsuaga, responsable paleontológico de la excavación.
Esta investigación está dirigida por el Departamento de Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología de la UCM y, gracias a ella, se ha podido reforzar la conclusión de que este valle es un punto de estudio clave para comprender cómo vivían nuestros antepasados.
Excavaciones en la zona
En 2023, un grupo de investigadores realizó trabajos de excavación en una zona cercana a la Cueva de Camino. Durante toda esta investigación, se encontraron dos molares de un neandertal de unos 18 años, según recogió este mismo periódico.
Unos metros más arriba, en otra investigación, se descubrieron igualmente tres dientes, esta vez de un hombre de entre 34 y 40 años. Todos estos estudios y los que han venido después han hecho que podamos decir que esta parte de la sierra madrileña fue una de las favoritas de los neandertales hace 90.000 años.