El juez de Instrucción número 52 de Madrid, en funciones de guardia de detenidos, ha ordenado el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de uno de los tres delincuentes detenidos por la muerte de un hombre de 63 años al que embistieron con un coche robado durante una persecución policial que tuvo lugar en Villaverde el pasado día 23 de junio, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

Tras prestar declaración, el magistrado decretó el pasado sábado prisión para el conductor tras constatar que no tenía carné de conducir y dar positivo en alcohol y drogas. Se le imputa un delito de homicidio imprudente, contra la seguridad del tráfico, atentado a la autoridad y robo de uso de vehículo.

A los otros dos se les ha dejado en libertad provisional sin medidas cautelares por un delito de hurto de uso de vehículo. Uno de ellos prestó declaración en el hospital por diversas lesiones que presenta tras el accidente.

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El vehículo en el que huían estas tres personas había sido robado minutos antes en la Avenida Real de Pinto y, tras difundirse sus características a través de los dispositivos policiales, una patrulla de la Policía Nacional lo identificó.

Al percatarse de la presencia policial, el vehículo robado se dio a la fuga y emprendió una huida temeraria que culminó en una colisión frontal con otro turismo en el que viajaba un hombre de 63 años en la rotonda en la que confluyen la Avenida Real de Pinto y las calles Valle de Tobalina y Acebeda, en el polígono industrial de Marconi.

Tal y como informó uno de los hijos de este hombre, a través de redes sociales, la víctima se disponía a ir su puesto de trabajo. 

A consecuencia del impacto, el conductor del segundo vehículo falleció en el acto, mientras que los tres detenidos resultaron heridos leves. El conductor del turismo robado es un ciudadano marroquí de 24 años, mientras los otros dos ocupantes son dos españoles de 23 y 19 años.

Al llegar al lugar del accidente, los bomberos intentaron rescatar al hombre del interior del vehículo y le atendió el Samur durante 45 minutos, al sufrir un paro cardíaco que los sanitarios no pudieron revertir con sus maniobras de reanimación.

Tras el siniestro, estos tres varones trataron de resistirse al arresto y llegaron a agredir a un policía nacional al que fracturaron un dedo.

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