Las tapas y el marisco del bar Los Crustáceos de Madrid.

Las tapas y el marisco del bar Los Crustáceos de Madrid.

Ocio

El bar con el marisco más rico y barato que arrasa en este castizo barrio de Madrid: "Voy a darme homenajes cada vez que puedo"

Esta marisquería es conocida por sus tapas XXL con cada consumición y por estar situada en una de las zonas más exclusivas de la capital.

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Madrid es conocida por ser la ciudad de las mil oportunidades de ocio. Y es que nos podemos perder por cualquier calle de la capital que nunca nos faltará algo interesante por hacer. Hay millones de lugares para visitar y, sobre todo, millones de lugares en los que parar. Y es que si por algo es famosa Madrid es por la calidad y ambiente de sus bares.

La capital de España nos ofrece una infinidad de oportunidades diferentes. Y es que estos bares son el mayor exponente de su diversidad y de todo lo que podemos encontrar en una ciudad que rebosa vida por todas sus vertientes. Tanto es así que en Madrid tiene cabida todo el mundo, busque lo que busque.

No obstante, es un denominador común que todos buscamos sacar el mayor provecho posible gastando el menor dinero. Y es que, aunque salgamos a pasárnoslo bien, nunca está de más ahorrarse unos euros. Por ello, son claves esos bares que nos ofrecen raciones y tapas de gran tamaño con nuestra consumición, ya que nos permiten disfrutar de un refresco o de una cerveza y, a la vez, comer rico y bien.

En Madrid hay bastantes establecimientos en esta línea, que no se han vuelto locos a la hora de subir los precios y que no escatiman con la comida que sirven. Sin embargo, lo que es mucho menos frecuente es encontrar un bar que nos ofrezca esto, pero además disfrutar del marisco más rico de la capital.

Eso es lo que podemos hacer cada vez que visitemos Los Crustáceos, un bar del Madrid más auténtico cuya especialidad, como indica su nombre, es el marisco. Sin embargo, podemos disfrutar de todo tipo de comida por muy poco dinero, ya que sus precios siguen siendo razonables y asequibles.

¿Qué comer si vamos a Los Crustáceos de Madrid?

Los Crustáceos es una de las mejores opciones si estamos por Madrid y queremos un bar en el que comer rico sin gastarnos un dineral. Y además, tenemos la puerta abierta a disfrutar de un marisco rico y de gran calidad. Y es que, aunque la apariencia exterior de este establecimiento no sea la que suelen mostrar las marisquerías más ostentosas, lo cierto es que su calidad en nada tiene que envidiarlas.

Este establecimiento está situado en la calle Francisco Zea, 11. Por lo tanto, forma parte de uno de los barrios más exclusivos de Madrid. Aunque a pesar de estar en pleno barrio de Salamanca, lo cierto es sus precios son de lo más razonables y asequibles, siendo incluso más propios de otras zonas de Madrid.

Por ejemplo, la unidad de unas zamburiñas de lo más ricas nos costarían 2,50 euros o una ración de langostinos solo 9 euros. Son muy demandadas también sus nécoras, donde los 100 gramos nos costarían sólo 5,50 euros o el buey de mar, del que los 100 gramos salen a 3,80 euros.

Pero las oportunidades son ilimitadas ya que podemos probar raciones impresionantemente ricas de navajas, gambones, pulpo, percebes, quisquillas, bígaros, gulas, carabineros e incluso ostras. Además, sin salirnos de la tradición gallega, pero en otro tercio gastronómico, podremos disfrutar de unos buenos boquerones en vinagre, tostas, empanada, bonito o lomo de sardina.

Los Crustáceos son un restaurante con historia propia donde no solo comemos, sino que también disfrutamos de la compañía y del buen trato. Este bar, que forma parte de esos locales castizos del Madrid más tradicional, estuvo regentado durante mucho tiempo por una entrañable pareja que labró su éxito y su buen nombre.

Sin embargo, ahora lo lleva un nuevo propietario que ha intentado dar continuidad a esta línea maestra trazada a través de la experiencia y del buen hacer. Su única pega es que siempre está lleno, ya que su reducido tamaño no le permite meter más gente. Así que si no nos importa estar un poco apretados, podremos disfrutar de las maravillas de su inconfundible carta.